Angola

El 30% de las niñas angoleñas se casan o contraen matrimonio antes de los 18 años, y el 8% antes de los 15 años.

El 6% de los niños angoleños se casan antes de los 18 años.

En 2018, el Ministerio de Familia y Protección de la Mujer informó de que el matrimonio infantil es particularmente frecuente en las zonas rurales dentro de Lunda Sul, Moxico, Huambo, Bie y Malanje.

El matrimonio infantil está impulsado por la desigualdad de género y la creencia de que las mujeres y las niñas son de algún modo inferiores a los hombres y los niños.

Existe muy poca información sobre el matrimonio infantil en Angola.

En Angola, el matrimonio infantil se ve agravado por:

- Violencia contra las niñas: En 2020, 7.283 niñas declararon haber sufrido violencia física, sexual o psicológica. Sobre la base de los datos combinados de todos los niños, en 2020 se notificaron al Instituto Nacional de la Infancia 15.000 casos de diferentes formas de violencia.

- COVID-19: COVID-19 ha tenido un impacto significativo en las niñas de Angola. Antes de la pandemia, el 73% de la población en edad escolar estaba escolarizada. El cierre de las escuelas tiene efectos adversos inmediatos en la seguridad, el bienestar y el aprendizaje de los niños, así como consecuencias negativas a largo plazo para el desarrollo socioeconómico. Una preocupación clave para los niños sin escolarizar es el mayor riesgo de que sean víctimas de la violencia de género.

Angola se ha comprometido a poner fin al matrimonio infantil, precoz y forzado para 2030, de acuerdo con la meta 5.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El gobierno presentó una Revisión Nacional Voluntaria en el Foro Político de Alto Nivel de 2021. En esta revisión, el gobierno indicó que ha habido un aumento dramático en los casos reportados de matrimonio infantil, de 11 casos reportados en 2017/2018 a 267 casos reportados en 2019/2020 para niñas menores de 18 años.

Angola copatrocinó las siguientes resoluciones del Consejo de Derechos Humanos: la resolución de procedimiento de 2013 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado, la resolución de 2015 que pide intensificar los esfuerzos para prevenir y eliminar el matrimonio infantil, precoz y forzado, la resolución de 2017 sobre el reconocimiento de la necesidad de abordar el matrimonio infantil, precoz y forzado en contextos humanitarios, la resolución de 2019 sobre las consecuencias del matrimonio infantil y la resolución de 2021 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado en tiempos de crisis, incluida la pandemia del COVID-19. En 2014, Angola también firmó una declaración conjunta en el Consejo de Derechos Humanos pidiendo una resolución sobre el matrimonio infantil.

Angola copatrocinó las resoluciones de la Asamblea General de la ONU de 2016, 2018, 2020 y 2022 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado.

Angola ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño en 1990, que el Comité de los Derechos del Niño ha interpretado para recomendar el establecimiento de una edad mínima para contraer matrimonio de 18 años, y se adhirió a la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) en 1986, que obliga a los Estados a garantizar el libre y pleno consentimiento para contraer matrimonio.

Durante su examen de 2013, el Comité de la CEDAW expresó su profunda preocupación por la persistencia de estereotipos patriarcales profundamente arraigados que contribuyen al matrimonio infantil en Angola. Instó al gobierno a adoptar disposiciones legales que prohíban esta práctica.

En su examen de 2019, el Comité de la CEDAW reiteró su preocupación por la persistencia del matrimonio infantil en Angola. El Comité instó al país a poner fin a todas las prácticas nocivas, incluido el matrimonio infantil, acelerar la revisión del Código de Familia para garantizar que la edad mínima para contraer matrimonio se fija en 18 años sin excepciones, tipificar como delito el matrimonio infantil y hacer cumplir la legislación.

En 2018, el Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño instó a Angola a revisar la legislación para eliminar todas las excepciones que permiten a las niñas casarse a los 15 años y a los niños a los 16, incluso en virtud del derecho consuetudinario. El Comité pidió al país que continuara con los programas de sensibilización sobre los efectos nocivos del matrimonio precoz asegurándose de que se dirigen a todas las partes interesadas, y que estableciera planes de protección para las víctimas del matrimonio infantil.

En 1992, Angola ratificó la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño, incluido el artículo 21 relativo a la prohibición del matrimonio infantil. En 2007, Angola ratificó el Protocolo de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos sobre los Derechos de la Mujer en África, incluido su artículo 6, que fija en 18 años la edad mínima para contraer matrimonio.

Angola es uno de los 20 países que se comprometieron a poner fin al matrimonio infantil para finales de 2020 en virtud del Compromiso Ministerial sobre educación sexual integral y servicios de salud sexual y reproductiva para adolescentes y jóvenes en África Oriental y Meridional.

Angola es uno de los países en los que el Plan de Emergencia del Presidente de Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR)/Iniciativa DREAMS está trabajando para reducir las tasas de VIH entre las adolescentes y las mujeres jóvenes.

En 2019, el gobierno de Angola informó de que estaba en proceso de adopción un proyecto de estrategia nacional para prevenir y combatir el embarazo y el matrimonio precoces.

La edad mínima para contraer matrimonio en Angola es de 18 años, sin excepciones parentales o judiciales. Sin embargo, el Código de la Familia de 1988 establece que un chico puede casarse a los 16 años y una chica a los 15 en casos excepcionales en los que redunde en interés de los menores implicados.