Bélgica

Según las estadísticas derivadas del registro de población, en 2020 no hay casos de matrimonio infantil en Bélgica. La estimación se genera a partir del registro de población e incluye a las personas casadas o en cohabitación legal antes de los 15 años, sin comprobar la diferencia de edad con su pareja.

Según el Comité de los Derechos del Niño de la ONU, los casos de matrimonio infantil entre poblaciones de origen migrante, como turcos, marroquíes, romaníes y afganos, y más recientemente serbios y chechenos, pueden estar infradenunciados y no identificados en Bélgica. En 2019, las estadísticas de la Policía Federal registraron 20 casos de matrimonio infantil.

El matrimonio infantil está impulsado por la desigualdad de género y la creencia de que las mujeres y las niñas son de algún modo inferiores a los hombres y los niños.

Existe muy poca información sobre el matrimonio infantil en Bélgica.

Bélgica se ha comprometido a poner fin al matrimonio infantil, precoz y forzado para 2030, de acuerdo con la meta 5.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El gobierno presentó un Examen Nacional Voluntario en el Foro Político de Alto Nivel de 2017. En esta revisión, el gobierno destacó que se ha desarrollado una plataforma de múltiples partes interesadas para la salud internacional, con un tutorial electrónico accesible que abarca una serie de temas como el matrimonio infantil.

El gobierno presentó una Revisión Nacional Voluntaria en el Foro Político de Alto Nivel de 2023; sin embargo, no se mencionaba el matrimonio infantil.

Bélgica copatrocinó las siguientes resoluciones del Consejo de Derechos Humanos sobre el matrimonio infantil: la resolución de 2013 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado, la resolución de 2015 para poner fin al matrimonio infantil, precoz y forzado, reconociendo que es una violación de los derechos humanos, la resolución de 2017 que reconoce la necesidad de abordar el matrimonio infantil, precoz y forzado en contextos humanitarios, la resolución de 2019 sobre las consecuencias del matrimonio infantil, la resolución de 2021 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado en tiempos de crisis, incluida la pandemia del COVID-19, y la resolución de 2023 sobre poner fin y prevenir el matrimonio forzado. En 2014, Bélgica también firmó una declaración conjunta en el Consejo de Derechos Humanos pidiendo una resolución sobre el matrimonio infantil.

Bélgica copatrocinó las resoluciones de la Asamblea General de la ONU de 2013, 2014, 2016, 2018, 2020 y 2022 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado.

Bélgica ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño en 1991, que el Comité de los Derechos del Niño ha interpretado para recomendar el establecimiento de una edad mínima para contraer matrimonio de 18 años, y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) en 1985, que obliga a los Estados a garantizar el libre y pleno consentimiento para contraer matrimonio.

Durante su examen de 2022, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer expresó su preocupación por la ausencia de un mecanismo de supervisión para proteger a niñas y mujeres del matrimonio infantil. El Comité recomendó que el gobierno capacitara a jueces, fiscales y agentes del orden sobre la aplicación de las disposiciones penales y otras leyes que prohíben el matrimonio infantil y forzado, para garantizar que se investigan y enjuician todos los casos denunciados.

En 2019, el Comité de los Derechos del Niño de la ONU expresó su preocupación por el hecho de que el matrimonio infantil, frecuente entre las poblaciones de origen migrante, siga sin denunciarse y recomendó a Bélgica que modificara su Código Civil para eliminar todas las excepciones que permiten el matrimonio de menores de 18 años. El Comité también instó a Bélgica a que reforzara las campañas de sensibilización, impartiera formación a funcionarios, agentes del orden, trabajadores sociales, etc. sobre la identificación de posibles víctimas del matrimonio infantil y estableciera planes de protección para las víctimas del matrimonio infantil.

Bélgica ha ratificado el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica (conocido como Convenio de Estambul), que considera el matrimonio forzado una forma grave de violencia contra las mujeres y las niñas, y obliga legalmente a los Estados Partes a tipificar como delito la conducta intencionada de obligar a un adulto o a un niño a contraer matrimonio.

Bélgica ha hecho de los derechos del niño una prioridad de su cooperación al desarrollo. En el marco de "Ella decide", en diciembre de 2018 Bélgica destinó 2 millones de euros anuales durante un periodo de cuatro años al Programa Mundial UNICEF-UNFPA para Acelerar la Acción para Poner Fin al Matrimonio Infantil, un programa de múltiples donantes y múltiples partes interesadas que trabaja en 12 países.

Los trabajadores de primera línea de Fedasil, la Agencia Federal de Acogida de Solicitantes de Asilo, han recibido formación sobre la identificación de niños víctimas de trata y matrimonio infantil.

Anteriormente, en 2017, el ministro de Cooperación al Desarrollo anunció 1,17 millones de euros para apoyar a UNICEF en la lucha contra el matrimonio infantil en Benín. El programa, Lutte contre le mariage des enfants au Benin, pretende ofrecer a niños y jóvenes un mejor acceso a la justicia y una mayor protección frente a la violencia y la explotación sexual.

En 2015, el Parlamento belga aprobó por unanimidad una resolución en la que pedía más esfuerzos para ayudar a acabar con el matrimonio infantil, precoz y forzado. La resolución instaba al gobierno a abordar el matrimonio infantil como una prioridad en su política de cooperación al desarrollo.

La edad mínima para contraer matrimonio en Bélgica es de 18 años, según el artículo 144 del Código Civil.

En virtud de los artículos 145-148 del Código Civil de 2001, en casos excepcionales, un juez puede autorizar el matrimonio antes de los 18 años, aunque en estos casos los menores necesitarán el consentimiento de sus padres.