Yibuti

El 7% de las niñas de Yibuti se casan antes de los 18 años y el 1% antes de los 15 años.

El matrimonio infantil es ligeramente más frecuente en las zonas rurales de Yibuti y en los distritos fuera de la capital.

El matrimonio infantil está impulsado por la desigualdad de género y la creencia de que las mujeres y las niñas son de algún modo inferiores a los hombres y los niños.

Hay muy poca información sobre el matrimonio infantil en Yibuti, pero la información disponible indica que está impulsado por:

● Normas de género: La ley yibutiana establece que el papel de la mujer es administrar el hogar, mientras que el marido es responsable de los gastos familiares. Además, un estudio MICS de 2006 mostró que el 41% de las chicas casadas de entre 15 y 19 años tenían un marido 10 o más años mayor.

● Violencia contra las niñas: En una encuesta nacional de 2019 sobre la violencia contra las mujeres, se constató que el 3% de las niñas de entre 10 y 14 años(el 2% viven en zonas urbanas y el 9% en zonas rurales) y el 10% de las niñas de entre 15 y 17 años(el 8% en zonas urbanas y el 18% en zonas rurales) están casadas. La edad media del primer matrimonio en Yibuti es de 23 años. Según un informe de UNICEF de 2022, hay 48.956 mujeres, niñas y niños necesitados de protección.

Los contextos humanitarios pueden abarcar una amplia gama de situaciones antes, durante y después de catástrofes naturales, conflictos y epidemias. Exacerban la pobreza, la inseguridad y la falta de acceso a servicios como la educación, factores todos ellos que impulsan el matrimonio infantil. Aunque la desigualdad de género es una causa fundamental del matrimonio infantil tanto en contextos estables como de crisis, a menudo en tiempos de crisis las familias ven en el matrimonio infantil una forma de hacer frente a mayores dificultades económicas y de proteger a las niñas de una mayor violencia.

En el caso de Yibuti, en 2020, unas precipitaciones por debajo de la media provocaron una sequía que afectó a los medios de subsistencia de miles de familias. Yibuti es susceptible de sufrir diversas catástrofes naturales, como inundaciones y sequías cíclicas, que provocan inseguridad alimentaria extrema y desplazamientos. La sequía afecta predominantemente a las regiones de Ali Sabieh, Arta, Obock y Tadjourah. Yibuti sigue siendo uno de los países con menos recursos del Cuerno de África, ya que el 90% de su suministro de alimentos procede del extranjero. Sin embargo, la guerra en Ucrania ha tenido un fuerte impacto en el suministro de alimentos que recibe Yibuti, ya que el 84% de sus importaciones de trigo proceden de Ucrania. A causa de la sequía, en octubre de 2022, 72.000 personas, entre ellas 29.000 niños, necesitaban ayuda humanitaria, y 6.000 personas estaban desplazadas.

● Desplazamiento: Debido al desplazamiento forzoso, es probable que las normas y valores culturales a los que se enfrentan las poblaciones de refugiados conduzcan al matrimonio infantil. A través de un estudio del ACNUR, se reveló que las tasas de matrimonio infantil de los refugiados eran inferiores a las de su comunidad de acogida e inferiores a las de su país de origen.

● Humanitaria: Yibuti está situado cerca de múltiples países en conflicto y a menudo se producen frecuentes migraciones desde los países vecinos. En agosto de 2021, se calcula que hay aproximadamente 34.005 refugiados y solicitantes de asilo en Yibuti, la mayoría procedentes de Yemen(6.021), Somalia(14.132) y Etiopía(12.742). En un estudio del ACNUR se constató que la población refugiada de Yibuti presentaba tasas de matrimonio de niñas de entre 10 y 19 años inferiores a las de sus homólogos de acogida. La prevalencia del matrimonio infantil entre niñas de 10 a 19 años era del 7,8% entre los refugiados yemeníes y del 11,8% entre las poblaciones de acogida cercanas. Los refugiados yemeníes se encuentran principalmente en la ciudad de Yibuti y en el campo de refugiados de Markazi , y los somalíes en Al-Addeh y en el campo de refugiados de Holl Holl.

Yibuti se ha comprometido a poner fin al matrimonio infantil, precoz y forzado para 2030, de acuerdo con la meta 5 .3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El gobierno presentó una Revisión Nacional Voluntaria en el Foro Político de Alto Nivel de 2022. En esta revisión, el gobierno señaló que las tasas de A/MGF siguen siendo altas a pesar de que las estadísticas de prevalencia están disminuyendo. En Yibuti, la mutilación genital femenina se practica más que el matrimonio infantil a pesar de que el artículo 333 del Código Penal tipifica como delito la mutilación genital femenina y otras formas de violencia contra las mujeres.

Yibuti copatrocinó las resoluciones del Consejo de Derechos Humanos de 2013 y 2015 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado y firmó una declaración conjunta en el Consejo de Derechos Humanos de 2014 pidiendo una resolución sobre el matrimonio infantil.

Yibuti ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño en 1990, que el Comité de los Derechos del Niño ha interpretado para recomendar el establecimiento de una edad mínima para contraer matrimonio de 18 años, [KS1] y se adhirió a la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) en 1998, que obliga a los Estados a garantizar el libre y pleno consentimiento para contraer matrimonio.

En 1992, Yibuti ratificó la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño, incluido el artículo 21 relativo a la prohibición del matrimonio infantil.

En 2005, Yibuti ratificó el Protocolo de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos sobre los Derechos de la Mujer en África, incluido su artículo 6, que fija en 18 años la edad mínima para contraer matrimonio.

Durante su examen de 2022, el Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño instó al gobierno a enmendar la legislación local, en particular el Código de Familia, para elevar la edad mínima legal para contraer matrimonio a 18 años sin excepciones. El Comité también expresó su preocupación por la prevalencia de la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil, especialmente en las zonas rurales, e instó al gobierno a reforzar las campañas de sensibilización sobre la lucha contra las prácticas nocivas.

Durante su Examen Periódico Universal de 2013, Yibuti apoyó las recomendaciones de desarrollar y aplicar una estrategia integral para eliminar las prácticas nocivas, incluido el matrimonio infantil. También aceptó examinar las recomendaciones de aumentar la concienciación e impartir formación para eliminar el matrimonio infantil.

Durante su Examen Periódico Universal de 2018, Yibuti acordó examinar las recomendaciones para fortalecer la aplicación de la legislación, las políticas y las campañas de sensibilización destinadas a poner fin a las prácticas tradicionales nocivas, en particular los matrimonios infantiles, precoces y forzados. El Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial expresó su preocupación por el hecho de que siguieran produciéndose prácticas nocivas como la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil entre las comunidades rurales y nómadas, a pesar de la prohibición establecida en el Código de Familia y el Código Penal. El equipo de las Naciones Unidas en el país señaló que aún quedaba mucho por hacer para acabar con la práctica del matrimonio infantil, pero elogió el compromiso del gobierno al revisar el Código de Familia.

Yibuti es un país socio de la Alianza Mundial por la Educación (AME).

En 2017, el Ministerio de Promoción de la Mujer y Planificación Familiar colaboró con grupos de mujeres de todo Yibuti para proteger los derechos de las niñas, incluido el derecho a decidir cuándo y con quién casarse, pero no está claro en qué consistió.

En 2011, la ex ministra Hasna Barkat Daoud explicó que la prevención del matrimonio infantil se abordaba a través de la educación.

Según el artículo 13 del Código de Familia de 2002, la edad mínima legal para contraer matrimonio es de 18 años. Sin embargo, es posible el matrimonio por debajo de los 18 años si lo autoriza un tutor o (si el tutor se niega) un juez.