Kiribati

El 18% de las niñas de Kiribati se casan antes de los 18 años y el 2% antes de los 15 años.

El 9% de los varones de Kiribati se casan antes de los 18 años.

El 15% de las mujeres de entre 20 y 24 años que viven en entornos urbanos están casadas antes de los 18 años, frente al 24% en entornos rurales. El 6% de los hombres de 20-24 años que viven en entornos urbanos y el 12% en entornos rurales están casados antes de los 18 años.

El matrimonio infantil está impulsado por la desigualdad de género y la creencia de que las mujeres y las niñas son de algún modo inferiores a los hombres y los niños.

La información sobre el matrimonio infantil en Kiribati es limitada, pero los datos disponibles muestran que se debe en gran medida a:

Desigualdad de género: La posición de las niñas y las mujeres en la sociedad de Kiribati se define en gran medida por el estado civil, que incentiva a algunas a casarse jóvenes. Por lo general, el principal objetivo de las niñas y las mujeres es casarse, criar a los hijos, realizar las tareas domésticas y responsabilizarse del bienestar general de la familia. Las jóvenes tienen poca autoridad o independencia y se espera de ellas que se comporten de forma honorable.

Relaciones prematrimoniales: La castidad femenina está muy valorada en Kiribati y la actividad sexual está estigmatizada entre las adolescentes solteras. Si una chica pierde su virginidad o es violada te kabara bure (reconciliación) entre las dos familias implicadas. Esto puede dar lugar a un matrimonio concertado entre la chica y el agresor masculino.

Nivel de educación: Muchas niñas que viven en las islas periféricas no cursan estudios secundarios porque los padres son reacios a enviar a sus hijas fuera de su isla natal. Como consecuencia, las niñas de las zonas rurales, con acceso limitado a la enseñanza secundaria, se casan mucho antes que las que viven en zonas urbanas. Además, algunas escuelas de Kiribati no aceptan a las chicas si se comprometen, se casan o se quedan embarazadas. Esto afecta a la autoestima de las chicas y limita las opciones de que disponen. El 26% de las mujeres de 20 a 24 años que terminaron la escuela primaria se casaron antes de los 18 años. Esta cifra contrasta con el 47% que completó el primer ciclo de secundaria y el 13% que completó el segundo ciclo.

Kiribati se ha comprometido a poner fin al matrimonio infantil, precoz y forzado para 2030, en consonancia con la meta 5.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Hasta la fecha, el gobierno no ha presentado un Examen Nacional Voluntario en ningún Foro Político de Alto Nivel.

Kiribati copatrocinó las resoluciones de la Asamblea General de la ONU de 2013, 2018 y 2022 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado.

Kiribati se adhirió a la Convención sobre los Derechos del Niño en 1995, que el Comité de los Derechos del Niño ha interpretado para recomendar el establecimiento de una edad mínima para contraer matrimonio de 18 años, y a la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) en 2004, que obliga a los Estados a garantizar el libre y pleno consentimiento para contraer matrimonio.

Durante su examen de 2022, el Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño expresó su preocupación por la prevalencia de matrimonios consuetudinarios en los que participaban niñas de tan sólo 13 años. El Comité recomendó al gobierno que tomara todas las medidas necesarias para eliminar las prácticas de matrimonio infantil y concienciar sobre los efectos nocivos del matrimonio infantil en el bienestar físico y mental de las niñas.

La edad mínima legal para contraer matrimonio en Kiribati es de 21 años para chicos y chicas, de acuerdo con la Ley (Enmienda) del Matrimonio de 2002. Sin embargo, según la Ley de la Infancia, la Juventud y el Bienestar Familiar de 2013 (n.º 6 de 2013), una persona de entre 17 y 20 años puede contraer matrimonio con el consentimiento de sus padres o de su tutor.

Está prohibido el matrimonio de menores de 17 años.

Al parecer, el derecho consuetudinario se aplica con más frecuencia a la hora de decidir cuestiones relacionadas con el matrimonio y no tiene límite de edad.