Nueva Zelanda

No existen datos públicos sobre el matrimonio infantil en Nueva Zelanda.

UNICEF y activistas por los derechos de los niños y las mujeres han pedido que se mejore la legislación para impedir los matrimonios forzados e infantiles en Nueva Zelanda, tras los informes sobre el matrimonio de niñas. Grupos comunitarios como Shakti, miembro de Girls Not Brides que trabaja para reducir la violencia doméstica en las comunidades de inmigrantes, han aportado pruebas an ecdóticas de la existencia de matrimonios precoces y forzados en Nueva Zelanda.

El matrimonio infantil está impulsado por la desigualdad de género y la creencia de que las mujeres y las niñas son de algún modo inferiores a los hombres y los niños.

Aunque la información sobre el matrimonio infantil en Nueva Zelanda es limitada, los datos sugieren que puede estar motivado por:

Migración: Algunos informes señalan que el matrimonio infantil y forzado en Nueva Zelanda tiene una motivación migratoria. Por ejemplo, en 2019 se reveló que las autoridades neozelandesas habían aprobado más de 20 visados de asociación para novios infantiles casados o comprometidos con personas residentes en Nueva Zelanda durante la última década. Todos los novios infantiles tenían 16 o 17 años y la mayoría procedían de países de Oriente Medio y Asia. Otras veces, los matrimonios se celebran en el extranjero y luego se registran en Nueva Zelanda para que el cónyuge pueda obtener la residencia.

Nueva Zelanda se ha comprometido a poner fin al matrimonio infantil, precoz y forzado para 2030, de acuerdo con la meta 5.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El gobierno presentó una Revisión Nacional Voluntaria de 2019 en el Foro Político de Alto Nivel, pero no se mencionó el matrimonio infantil. El gobierno no ha presentado una Revisión Nacional Voluntaria en ningún Foro Político de Alto Nivel desde 2019.

Nueva Zelanda ha copatrocinado las siguientes resoluciones del Consejo de Derechos Humanos: la resolución de 2013 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado, la resolución de 2015 para poner fin al matrimonio infantil, precoz y forzado, reconociendo que es una violación de los derechos humanos, la resolución de 2017 que reconoce la necesidad de abordar el matrimonio infantil, precoz y forzado en contextos humanitarios, la resolución de 2019 sobre las consecuencias del matrimonio infantil, la resolución de 2021 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado en tiempos de crisis, incluida la pandemia del COVID-19, y la resolución de 2023 sobre poner fin y prevenir el matrimonio forzado.

Nueva Zelanda copatrocinó las resoluciones de la Asamblea General de la ONU de 2013, 2014, 2016, 2018, 2020 y 2022 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado. En 2014, Nueva Zelanda firmó una declaración conjunta en el Consejo de Derechos Humanos pidiendo una resolución sobre el matrimonio infantil.

Nueva Zelanda ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño en 1993, que el Comité de los Derechos del Niño ha interpretado para recomendar el establecimiento de una edad mínima para contraer matrimonio de 18 años, y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) en 1985, que obliga a los Estados a garantizar el libre y pleno consentimiento para contraer matrimonio.

Durante su examen de 2023, el Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño tomó nota de la enmienda de 2018 a la Ley de Matrimonio de 1955, que exigía la aprobación judicial a los matrimonios en los que estuvieran implicados menores de 16 o 17 años. Sin embargo, el Comité recomendó al gobierno que eliminara cualquier excepción al matrimonio por debajo de los 18 años.

Durante su examen de 2016, el Comité de los Derechos del Niño de la ONU recomendó al gobierno que desarrollara campañas de sensibilización dirigidas a los hogares, las autoridades locales, los líderes religiosos, los jueces y los fiscales sobre los efectos nocivos del matrimonio infantil en el bienestar físico y mental de las niñas.

Durante su examen de 2018, el Comité de la CEDAW pidió a Nueva Zelanda que eliminara el consentimiento paterno como requisito suficiente para permitir el matrimonio de menores de 18 años.

Durante su Examen Periódico Universal de 2019, Nueva Zelanda informó de que los organismos gubernamentales habían acordado identificar y apoyar a las víctimas de matrimonio forzado y de menores de edad.

Según la Ley de Enmienda del Matrimonio de 2005, la edad mínima legal para contraer matrimonio es de 18 años. Sin embargo, una persona de 16 o 17 años puede contraer matrimonio con el consentimiento de un juez del Tribunal de Familia.

En agosto de 2018 se aprobó la ley de Enmienda al Proyecto de Ley de Matrimonio(Consentimiento Judicial para el Matrimonio de Menores) que da a los niños más protección contra el matrimonio forzado y precoz. La nueva legislación pretende evitar los matrimonios forzados, en su mayoría de chicas de 16 y 17 años, consideradas menores por el Estado. Antes de la aprobación de esta ley, el consentimiento lo otorgaban los padres. El cambio también se aplica a las uniones civiles y a las relaciones de hecho.