Turquía

El 15% de las niñas se casa antes de los 18 años y el 2% antes de los 15.

Las niñas refugiadas sirias en Turquía corren un mayor riesgo de matrimonio infantil. Según la Encuesta Demográfica y de Salud de 2018 realizada entre la población siria en Turquía, el 45% de las niñas sirias en Turquía se casaron antes de los 18 años, y el 9% antes de los 15.

Los datos disponibles pueden no ser representativos de la magnitud del problema, tanto para los nacionales turcos como para los refugiados sirios, ya que muchos matrimonios infantiles no están registrados y se celebran como ceremonias religiosas no oficiales.

El matrimonio infantil está motivado por la desigualdad de género y la creencia de que las niñas son inferiores a los niños.

En Turquía, el matrimonio infantil también está impulsado por:

Desigualdad de género: A menudo se valora a las niñas turcas por su capacidad para ser buenas esposas y madres más que por su éxito en la educación. Las expresiones utilizadas para legitimar el matrimonio infantil están incrustadas en el lenguaje patriarcal, como "cuando las niñas están en la cuna, su dote debe estar lista".

● Violencia contra las niñas: Un estudio de 2017 muestra que muchas niñas turcas se casan para encubrir abusos. Algunas chicas deciden casarse para escapar de la violencia en sus hogares.

● Religión: En 2018, la Dirección de Asuntos Religiosos de Turquía sugirió polémicamente que las niñas podrían casarse bajo la ley islámica tan pronto como alcancen la pubertad.

Sistemas deficientes de registro de nacimientos: Esto permite a las familias casar a sus hijas bajo cuerda y sin temor a repercusiones.

● Trata: Debido a la situación geográfica de Turquía, como puente entre Asia y Europa, muchos niños son vulnerables a la trata. Estas vulnerabilidades se manifiestan de diferentes maneras. Por ejemplo, entre el pueblo yazidí, las dificultades económicas han obligado a las familias a vender a sus hijas menores de edad. Según los informes, algunas niñas que viven en la frontera de Turquía con Siria son obligadas a casarse como segundas o terceras esposas, en matrimonios concertados por traficantes. Las bandas de traficantes también han atraído a niñas sirias a situaciones de explotación con la promesa de dotes y matrimonios.

● Pobreza: Desde el estallido de la pandemia de COVID-19, por desesperación y pobreza, las familias sirias han estado vendiendo a sus hijas formal o informalmente para que se casen con hombres turcos. Esto se ha convertido en una práctica generalizada como mecanismo de supervivencia económica para los miembros de las familias sirias que no disponen de otros medios para mantener a sus numerosas familias. Las niñas sirias son especialmente vulnerables a los abusos y al matrimonio infantil, ya que carecen de protección legal efectiva. Esto es especialmente frecuente en Şanlıurfa (Urfa), provincia turca fronteriza con el noreste de Siria.

● Nivel de educación: Se espera que los bajos niveles de educación aumenten en Turquía. En 2018, el 5% de los niños y el 6% de las niñas no estaban matriculados en la escuela primaria. Estas estadísticas se sitúan por debajo de la media mundial.

● COVID-19: La pandemia de COVID-19 ha tenido un grave impacto en el entorno socioeconómico de Turquía. Esto, unido a la extrema vulnerabilidad, empujará a los hogares más pobres a recurrir a mecanismos de supervivencia negativos como el matrimonio infantil y el trabajo infantil. Aunque no hay cifras oficiales sobre la prevalencia del matrimonio infantil desde la pandemia, muchos de los matrimonios son ceremonias religiosas que no están reconocidas legalmente. La falta de reconocimiento legal hace que estas niñas sean vulnerables a la explotación y no les otorga derechos ni protección legal.

Los contextos humanitarios pueden abarcar una amplia gama de situaciones antes, durante y después de catástrofes naturales, conflictos y epidemias. Exacerban la pobreza, la inseguridad y la falta de acceso a servicios como la educación, factores todos ellos que impulsan el matrimonio infantil. Aunque la desigualdad de género es una causa fundamental del matrimonio infantil tanto en contextos estables como de crisis, a menudo en tiempos de crisis las familias ven en el matrimonio infantil una forma de hacer frente a mayores dificultades económicas y de proteger a las niñas de una mayor violencia.

En febrero de 2023, dos terremotos de magnitud 7,8 sacudieron cerca de la frontera entre Turquía y Siria, lo que provocó una de las mayores catástrofes de los últimos tiempos en esa región. Según ACNUR, el terremoto afectó a 15,73 millones de personas, 55.000 perdieron la vida y más de 130.000 resultaron heridas en Turquía y Siria.

Desde hace siete años, Turquía acoge a la mayor población de refugiados y menores refugiados del mundo, con 4 millones de refugiados y solicitantes de asilo: 3,6 millones de sirios bajo protección temporal y 320.000 afganos, iraquíes e iraníes. Según datos recogidos en abril de 2020, aproximadamente 1,4 millones de refugiados en Turquía son menores de 15 años y más de 800.000 tienen entre 15 y 24 años. Se ha constatado que la crisis humanitaria es un factor impulsor del matrimonio infantil.

● Desplazamiento: Turquía acoge actualmente a la mayor población de refugiados del mundo: más de 4 millones, la mayoría procedentes de Siria. El 70% son niños y mujeres. La crisis en Siria y la posterior afluencia de refugiados a Turquía han provocado un aumento espectacular de los matrimonios infantiles como estrategia de supervivencia en campos con recursos limitados, entornos frágiles y acoso sexual generalizado. Una encuesta de ACNUR de 2014 reveló que la edad de matrimonio de las niñas refugiadas sirias en Turquía puede ser de tan solo 13 años.

Turquía se ha comprometido a poner fin al matrimonio infantil, precoz y forzado para 2030, de acuerdo con la meta 5.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Durante su Examen Nacional Voluntario en el Foro Político de Alto Nivel de 2019, el gobierno proporcionó una actualización sobre el progreso hacia este objetivo y mencionó varias acciones para lograrlo, entre ellas:

● Revisar la legislación vigente para mujeres y niñas en el contexto de la prevención de los matrimonios precoces y forzados.

● Generar datos detallados sobre los matrimonios precoces y forzados a nivel regional y local.

El Gobierno no ha presentado un Examen Nacional Voluntario en ningún Foro Político de Alto Nivel desde 2019.

Turquía copatrocinó las siguientes resoluciones del Consejo de Derechos Humanos: la resolución de procedimiento de 2013 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado, la resolución de 2015 para poner fin al matrimonio infantil, precoz y forzado, reconociendo que es una violación de los derechos humanos, la resolución de 2019 sobre las consecuencias del matrimonio infantil, la resolución de 2021 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado en tiempos de crisis, incluida la pandemia del COVID-19, y la resolución de 2023 para poner fin y prevenir el matrimonio forzado. En 2014, Turquía también firmó una declaración conjunta en el Consejo de Derechos Humanos pidiendo una resolución sobre el matrimonio infantil.

Turquía copatrocinó las resoluciones de la Asamblea General de la ONU de 2013, 2014, 2016, 2018, 2020 y 2022 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado.

Turquía ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño en 1995, que el Comité de los Derechos del Niño ha interpretado para recomendar el establecimiento de una edad mínima para contraer matrimonio de 18 años, y se adhirió a la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) en 1985, que obliga a los Estados a garantizar el libre y pleno consentimiento para contraer matrimonio.

Durante su examen de 2023, el Comité de los Derechos del Niño de la ONU expresó su preocupación por la prevalencia del matrimonio infantil, especialmente entre las niñas refugiadas sirias. El Comité recomendó al gobierno que hiciera cumplir la edad mínima para contraer matrimonio, 18 años sin excepciones, y que adoptara una estrategia y un plan de acción nacionales para prevenir el matrimonio infantil, garantizar que se establecen disposiciones para abordar el matrimonio infantil y concienciar sobre los efectos nocivos del matrimonio infantil.

Durante su examen de 2019, el Comité de los Derechos del Niño de la ONU recomendó a Turquía elevar la edad mínima para contraer matrimonio a los 18 años.

Durante su examen de 2022, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer expresó su preocupación por las elevadas tasas de embarazo en la adolescencia y de abandono escolar entre las niñas, debido en parte al matrimonio infantil. El Comité recomendó al gobierno que aplicara de forma efectiva la prohibición del matrimonio infantil. El Comité reconoció la Estrategia Nacional y el Plan de Acción para la Prevención del Matrimonio Precoz y Forzado; sin embargo, no se habían aprobado oficialmente y los planes de acción no contaban con financiación ni seguimiento suficientes. El Comité recomendó al gobierno que adoptara legislación que prohibiera el matrimonio infantil y fijara la edad mínima para contraer matrimonio en 18 años sin excepciones.

Durante su examen de 2019, el Comité de la CEDAW expresó su preocupación por las crecientes tasas de prostitución y trata de niñas con falsas promesas de matrimonio y una vida mejor en Turquía. El Comité también recomendó a Turquía erradicar los matrimonios polígamos e infantiles, incluidas las bodas religiosas no registradas. También se señaló que habían aumentado los homicidios por motivos de honor y los suicidios debidos a matrimonios precoces y forzados.

Durante su Examen Periódico Universal de 2015, Turquía apoyó las recomendaciones de tipificar como delito el matrimonio infantil y adoptar medidas legislativas y políticas para poner fin a esta práctica lo antes posible.

Turquía ha ratificado el Convenio de Estambul, que considera el matrimonio forzado una forma grave de violencia contra las mujeres y las niñas, y obliga legalmente a los Estados Partes a tipificar como delito la conducta intencionada de obligar a un adulto o a un niño a contraer matrimonio.

A pesar de que el problema del matrimonio infantil afecta a miles de refugiados sirios y niños turcos, la respuesta del gobierno ha sido muy limitada.

A principios de 2020, el presidente Erdogan hizo un segundo intento de introducir una ley para conceder amnistía a los violadores siempre que se casen con su víctima. La legislación concedería a los hombres penas suspendidas por delitos sexuales contra menores si las dos partes están casadas y la diferencia de edad entre ellas es inferior a 10 años.

Según el presidente Erdogan, con esta propuesta se pretende "hacer frente al problema generalizado del matrimonio infantil en Turquía". Sin embargo, como han señalado grupos de defensa de los derechos de la mujer, el proyecto de ley legitimaría en la práctica el matrimonio infantil y el estupro. Aumentaría la impunidad de los agresores y la percepción errónea de que abusar de una menor puede excusarse de alguna manera.

A fecha de marzo de 2020, aún no se ha fijado la fecha de la segunda lectura de este proyecto de ley en el Parlamento. Este proyecto de ley llega cuatro años después de que un proyecto similar provocara indignación a nivel nacional e internacional y fuera retirado antes de llegar a la votación final.

A principios de enero de 2018, el máximo órgano religioso de Turquía ("Diyanet") sugirió que las niñas de nueve años podían casarse según la ley islámica, lo que provocó otra protesta pública.

Según informó ECPAT International, en 2018 se había preparado un plan de acción específico sobre la cuestión del matrimonio infantil, precoz y forzado para el período 2019-2023, que se basaría en las actividades implementadas en el Plan de Acción Nacional sobre Violencia contra las Mujeres 2016-2020. Sin embargo, en marzo de 2020, este plan no estaba disponible públicamente.

En 2017, la Dirección General de la Condición de la Mujer, dependiente del Ministerio de Familia y Políticas Sociales, llevó a cabo visitas sobre el terreno y actividades en Esmirna, Diyarbakir, Sanliurfa, Mardin, Antalya, Kars, Agri e Itgdir con el fin de preparar los planes de acción provinciales sobre la lucha contra los matrimonios precoces y forzados. Además, con la participación y cooperación de varias instituciones públicas, la Dirección inició el Plan de Acción Nacional y el Documento de Estrategia sobre la Lucha contra el Matrimonio Precoz y Forzado 2018-2023.

Previamente, en septiembre de 2017, el Gobierno anunció planes para reducir la ratio de matrimonio infantil y forzado del 5% al 1% a través de un plan liderado por el Ministerio de Familia y Política Social.

El Ministerio de Familia de Turquía puso en marcha en 2017 una contraestrategia para concienciar sobre las consecuencias físicas y psicológicas del matrimonio infantil a 130.000 personas al mes en regiones muy afectadas.

Durante su Examen Periódico Universal de 2015, el gobierno destacó que su Documento de Estrategia Nacional y Plan de Acción sobre los Derechos del Niño (2013-2017) se centraba en mantener a las niñas en la educación con el objetivo de prevenir el matrimonio infantil.

En 2009, la Comisión de Igualdad de Oportunidades para Mujeres y Hombres de la Gran Asamblea Nacional de Turquía creó una Subcomisión sobre Matrimonios Prematuros con el fin de arrojar luz sobre el problema.

El Centro Internacional de la Infancia (ICC) y UNICEF desarrollaron indicadores para medir los progresos realizados por las administraciones locales en la erradicación del matrimonio infantil.

La Media Luna Roja Turca está llevando a cabo varias intervenciones para hacer frente al matrimonio infantil entre los refugiados sirios en Turquía.

Según el artículo 124 del Código Civil turco de 2001, la edad mínima legal para contraer matrimonio es de 18 años para hombres y mujeres. Sin embargo, los artículos 11 y 124 permiten a los contrayentes contraer matrimonio a los 17 años con el consentimiento de los padres o, en circunstancias excepcionales, un tribunal puede conceder la aprobación del matrimonio a los 16 años. El consentimiento paterno se pasa por alto, por lo que la edad aceptada para contraer matrimonio es de 17 años.

En 2015, el Tribunal Constitucional turco anunció que las partes de un matrimonio religioso y los imanes (oficiantes) ya no serían penalizados si la pareja no estaba ya casada por lo civil. Esta sentencia constitucional agravó la ya elevada prevalencia del matrimonio infantil en Turquía, especialmente en el sureste kurdo.