Portugal

No existen datos públicos sobre el matrimonio infantil en Portugal.

El matrimonio infantil está impulsado por la desigualdad de género y la creencia de que las mujeres y las niñas son de algún modo inferiores a los hombres y los niños.

Aunque la información sobre el matrimonio infantil en Portugal es limitada, los estudios disponibles sugieren que se ve agravado por:

• Origen étnico: Un estudio de 2014 de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea muestra que en torno al 2 % de las niñas romaníes de entre 10 y 15 años están casadas o conviven tradicionalmente con una pareja en 11 Estados miembros de la Unión Europea, incluido Portugal. El 16% de los chicos y chicas gitanos de 16-17 años están legal o tradicionalmente casados o cohabitan en los 11 Estados.
  

Portugal se ha comprometido a poner fin al matrimonio infantil, precoz y forzado para 2030, de acuerdo con la meta 5.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El gobierno presentó una Revisión Nacional Voluntaria en el Foro Político de Alto Nivel 2023 hasta la fecha. En este examen, el gobierno señaló que, en el marco del Plan Nacional de Lucha contra el Racismo y la Discriminación 2021-2025 (PNCRD), se adoptaron medidas para reforzar las intervenciones contra prácticas nocivas como la mutilación/ablación genital femenina y el matrimonio infantil.

Portugal copatrocinó las siguientes resoluciones del Consejo de Derechos Humanos: la resolución de procedimiento de 2013 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado, la resolución de 2015 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado, la resolución de 2017 sobre el reconocimiento de la necesidad de abordar el matrimonio infantil, precoz y forzado en contextos humanitarios, la resolución de 2019 sobre las consecuencias del matrimonio infantil, la resolución de 2021 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado en tiempos de crisis, incluida la pandemia del COVID-19, y la resolución de 2023 sobre poner fin y prevenir el matrimonio forzado. En 2014, Portugal también firmó una declaración conjunta en el Consejo de Derechos Humanos pidiendo una resolución sobre el matrimonio infantil.

Portugal copatrocinó las resoluciones de la Asamblea General de la ONU de 2013, 2014, 2016, 2018, 2020, 2022 y 2024 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado.

Portugal ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño en 1990, que el Comité de los Derechos del Niño ha interpretado para recomendar el establecimiento de una edad mínima para contraer matrimonio de 18 años, y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) en 1980, que obliga a los Estados a garantizar el libre y pleno consentimiento para contraer matrimonio.

Durante su examen de 2022, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer observó que la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil se habían incluido como delitos en el Código Penal. El Comité recomendó al gobierno que garantizara que todos los casos de mutilación genital femenina y matrimonio infantil se investigaran y enjuiciaran adecuadamente, y que las campañas de sensibilización estuvieran dirigidas a los grupos de mujeres desfavorecidas, romaníes y migrantes, víctimas de la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil.

En 2019, el Comité de los Derechos del Niño de la ONU y el Comité CEDAW instaron a Portugal a modificar su legislación para eliminar todas las excepciones que permiten el matrimonio a menores de 18 años.

Durante su Examen Periódico Universal de 2019, Portugal apoyó las recomendaciones de adoptar medidas específicas para abordar la cuestión del matrimonio infantil entre algunos grupos de población y tomó nota de las recomendaciones de aumentar la edad legal para contraer matrimonio de 16 a 18 años.

Portugal ha ratificado el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica (conocido como Convenio de Estambul), que considera el matrimonio forzado una forma grave de violencia contra las mujeres y las niñas, y obliga legalmente a los Estados Partes a tipificar como delito la conducta intencionada de obligar a un adulto o a un niño a contraer matrimonio.

En la Cumbre de las Niñas celebrada en Londres en julio de 2014, el gobierno firmó una carta en la que se comprometía a poner fin al matrimonio infantil para 2020.

La Estrategia Nacional para la Igualdad y la No Discriminación 2018-2030 - "Portugal + Igual" (ENIND) fue aprobada en 2018. Uno de los seis objetivos estratégicos del plan de acción es prevenir y combatir prácticas nocivas como la mutilación genital femenina (MGF) y los matrimonios forzados y precoces.

En abril de 2019, el Alto Comisionado para las Migraciones promovió una conferencia dedicada a "Niñas y mujeres, tradición e islam", centrada concretamente en el abandono de prácticas nocivas. La Conferencia reunió a varios líderes religiosos de comunidades en riesgo de MGF y matrimonios infantiles.

El 31 de enero de 2025, el Parlamento portugués aprobó la Ley nº 39/2025, que eleva la edad mínima legal para contraer matrimonio a 18 años, sin excepciones. Esta ley, que entró en vigor el 1 de abril de 2025, prohíbe el matrimonio de menores y elimina las disposiciones anteriores que permitían el matrimonio de personas de 16 o 17 años con el consentimiento de los padres o tutores. La ley también clasifica el matrimonio infantil, precoz y forzado como situaciones de peligro que justifican la intervención para proteger los derechos y el bienestar de niños y jóvenes.