Suecia

No existen datos públicos sobre el matrimonio infantil en Suecia.

El matrimonio infantil está impulsado por la desigualdad de género y la creencia de que las mujeres y las niñas son de algún modo inferiores a los hombres y los niños.

Hay poca información sobre el matrimonio infantil en Suecia, pero los datos disponibles sugieren que se agrava por:

Migración: Un informe de 2016 de la Agencia Sueca de Migración identificó a 132 solicitantes de asilo menores de edad que declararon estar casados cuando llegaron a Suecia. La mayoría procedían de Siria, Afganistán e Irak. También hay pruebas anecdóticas de niñas de origen inmigrante que son devueltas a los países de origen de sus padres para casarlas.

Suecia se ha comprometido a poner fin al matrimonio infantil, precoz y forzado para 2030, de acuerdo con la meta 5.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El gobierno no ha presentado una Revisión Nacional Voluntaria en ningún Foro Político de Alto Nivel desde 2021. El gobierno presentó una Revisión Nacional Voluntaria de 2021 en el Foro Político de Alto Nivel. Esta revisión destacó que en 2019 se endurecieron las normas para reconocer los matrimonios infantiles extranjeros. En 2020, el gobierno introdujo una prohibición específica del matrimonio infantil para proteger a los niños en riesgo de matrimonio infantil y mutilación genital femenina.

Suecia copatrocinó las siguientes resoluciones del Consejo de Derechos Humanos: la resolución de procedimiento de 2013 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado, la resolución de 2015 para poner fin al matrimonio infantil, precoz y forzado, reconociendo que es una violación de los derechos humanos, la resolución de 2017 sobre el reconocimiento de la necesidad de abordar el matrimonio infantil, precoz y forzado en contextos humanitarios, la resolución de 2019 sobre las consecuencias del matrimonio infantil, la resolución de 2021 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado en tiempos de crisis, incluida la pandemia del COVID-19, y la resolución de 2023 sobre poner fin y prevenir el matrimonio forzado. En 2014, Suecia también firmó una declaración conjunta en el Consejo de Derechos Humanos pidiendo una resolución sobre el matrimonio infantil.

Suecia copatrocinó las resoluciones de la Asamblea General de la ONU de 2013, 2014, 2016, 2018, 2020 y 2022 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado.

Suecia ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño en 1990, que el Comité de los Derechos del Niño ha interpretado para recomendar el establecimiento de una edad mínima para contraer matrimonio de 18 años, y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) en 1980, que obliga a los Estados a garantizar el libre y pleno consentimiento para contraer matrimonio.

Durante su examen de 2023, el Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño reconoció la entrada en vigor en 2020 de un delito específico de matrimonio infantil y de penas severas para los delitos penales relacionados con el honor. El Comité recomendó al gobierno que reforzara las medidas dirigidas a abordar el matrimonio infantil, mediante la asignación de recursos para campañas de sensibilización, apoyo a las víctimas y formación de las autoridades pertinentes.

Suecia ha ratificado el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica (conocido como Convenio de Estambul), que considera el matrimonio forzado una forma grave de violencia contra las mujeres y las niñas, y obliga legalmente a los Estados Partes a tipificar como delito la conducta intencionada de obligar a un adulto o a un niño a contraer matrimonio.

En la Cumbre de las Niñas celebrada en Londres en julio de 2014, el gobierno firmó una carta en la que se comprometía a poner fin al matrimonio infantil para 2020.

Suecia es un país pionero de la Alianza Mundial para Acabar con la Violencia Contra los Niños y en 2018 coorganizó la primera Cumbre de Soluciones de la Agenda 2030: Acabar con la Violencia Contra los Niños.

En 2024, la Agencia Sueca de Igualdad de Género recibió 90 millones de coronas suecas para hacer frente a la violencia contra las mujeres, la violencia basada en el honor y la opresión, incluido el matrimonio infantil y forzado. Como parte de la política de igualdad de género del gobierno, este invierte más de 600 millones de coronas suecas.

Acabar con el matrimonio infantil, a nivel nacional e internacional, es una prioridad para el gobierno de Suecia. La Estrategia Nacional de 10 años para prevenir y combatir la violencia de los hombres contra las mujeres, adoptada en 2016, incluye varias medidas que afectan directamente a los niños, entre ellas una evaluación de la enmienda legislativa de 2014 sobre el matrimonio forzado y el matrimonio infantil.

La Junta Nacional Sueca de Salud y Bienestar ha trabajado en los últimos años para mejorar la orientación a los municipios que acogen a niños que han contraído matrimonio en el extranjero.

En el Manual de política exterior feminista de Suecia, el gobierno mencionó su labor de defensa de la inclusión de la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos de las mujeres y las niñas en la resolución de la Asamblea General sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado. En la Estrategia para la cooperación de Suecia con UNICEF (2018-2022), Suecia se comprometió a seguir trabajando activamente con UNICEF para acabar con el matrimonio infantil y otras costumbres nocivas.

La Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (ASDI) ha financiado diferentes proyectos centrados en acabar y prevenir el matrimonio infantil: entre 2016 y 2019 financió el programa Rapariga Biz, liderado por el Gobierno de Mozambique con el apoyo de UNFPA, UNICEF, ONU Mujeres y UNESCO, que contribuyó a reducir el matrimonio infantil y los embarazos de niñas. En 2018 Suecia también financió un estudio sobre el matrimonio infantil en Afganistán.

La edad mínima legal para contraer matrimonio es de 18 años para chicos y chicas, sin excepciones.

Además, desde el 1 de enero de 2019, los matrimonios infantiles celebrados en el extranjero no se reconocen en Suecia.