Tanzania

El 29% de las niñas de Tanzania se casan o entran en una unión antes de la edad y el 5% se casan antes de los 15 años.

En Tanzania, el 4% de los chicos se casa antes de los 18 años.

Las tasas de matrimonio infantil alcanzan el 59% en Shinyanga, el 58% en Tabora, el 55% en Mara y el 51% en Dodoma. Las tasas más bajas se registran en Iringa(8%) y Dar es Salaam(19%).

En las zonas rurales fronterizas con Kenia , algunas niñas se casan con tan sólo 11 años.

El matrimonio infantil está motivado por la desigualdad de género y la creencia de que las niñas son inferiores a los niños.

En Tanzania, el matrimonio infantil se ve agravado por:

● Pobreza: La pobreza se considera uno de los principales impulsores del matrimonio infantil en Tanzania. Se considera que el matrimonio protege a la niña de la pobreza y proporciona un respiro a la familia. Mahari - "precio de la novia"- implica que el marido da dinero, ganado o ropa a la familia de la novia. Con escasas oportunidades de obtener ingresos por sí mismas, las niñas suelen ver en el matrimonio su única opción.

Honor familiar: Las relaciones sexuales prematrimoniales suelen considerarse un tabú que socava el honor de la familia y disminuye la cuantía de la dote que una chica puede conseguir al casarse. Algunas chicas consideradas micharuko - se ven obligadas a casarse para no avergonzar a sus familias.

● Embarazo en adolescentes: En 2016, una de cada cuatro adolescentes tanzanas de entre 15 y 19 años había empezado a tener hijos. La sociedad desaprueba el embarazo fuera del matrimonio, y los padres tienden a casar a la hija si se descubre que está embarazada. Las niñas son sometidas a pruebas rutinarias de embarazo en la escuela, y a las embarazadas se les prohíbe reingresar a la escuela.

● Prácticas nocivas: La práctica de Nyumba ntobu consiste en que una mujer mayor y más rica paga el precio de la novia para que una joven se convierta en su esposa. A continuación, se elige a un hombre para que deje embarazada a la chica y los hijos que nazcan pertenecen a la mujer mayor. Según un informe de ONU Mujeres de 2018, en algunas comunidades de la región de Shinyanga, la práctica del secuestro, la violación y los matrimonios forzados de niñas es muy común. Esta práctica se conoce como kupura.

Nivel educativo: El examen gubernamental de fin de estudios primarios determina qué alumnos pueden pasar a la escuela secundaria. Human Rights Watch sostiene que las niñas que suspenden el examen no tienen más opción que casarse.

● Mutilación/ablación genital femenina (MGF): La mutilación/ablación genital femenina está vinculada al deseo de controlar la sexualidad femenina y muchas comunidades la consideran un rito de iniciación para preparar a las niñas para el matrimonio. Otras ceremonias y danzas de iniciación ala"feminidad" -como el unyago, la samba y el chagulaga- consisten en formar a la niña sobre las expectativas matrimoniales cuando llega a la pubertad.

● Desplazamiento: Los refugiados burundeses en Tanzania viven con recursos limitados, y los años de desplazamiento llevan a algunos refugiados a casar a sus hijas como mecanismo de supervivencia.

● Cambio climático: Los habitantes de la región de Shinyanga, que tiene la tasa de prevalencia de matrimonio infantil más alta de Tanzania, dependen de la agricultura de secano, pero el cambio climático está convirtiendo esta región en seca. Esto parece haber reducido el nivel de vida de las familias rurales, que a su vez pueden estar recurriendo al matrimonio infantil como mecanismo negativo de supervivencia.

● Un estudio de 2017 cita otros factores impulsores del matrimonio infantil en Tanzania, como la demanda de empleadas domésticas (en Iringa), la falta de concienciación (Lindi y Mtwara) y la fuerza de los padres (Mara, Tabora y Shinyanga).

Tanzania se ha comprometido a poner fin al matrimonio infantil, precoz y forzado para 2030, de acuerdo con la meta 5.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El gobierno presentó una Revisión Nacional Voluntaria en el Foro Político de Alto Nivel de 2023, sin embargo, no se mencionaba el matrimonio infantil.

Durante su Examen Periódico Universal de 2021, Tanzania Zanzíbar reforzó su capacidad estableciendo Comités de Violencia de Género en 388 Shehia (subdivisiones) y hay campañas en curso contra la violencia contra mujeres y niños.

En su Examen Nacional Voluntario en el Foro Político de Alto Nivel de 2019, el gobierno no proporcionó información actualizada sobre los avances hacia este objetivo, pero mencionó la labor de promoción llevada a cabo por las ONG para enmendar las secciones 13 y 17 de la Ley de Matrimonio de 1971, que solían permitir el matrimonio de niñas menores de 18 años.

Tanzania copatrocinó las resoluciones de la Asamblea General de la ONU de 2013, 2014, 2016, 2018, 2020 y 2022 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado, y firmó una declaración conjunta en el Consejo de Derechos Humanos de 2014 pidiendo una resolución sobre el matrimonio infantil.

En 2019, en la Cumbre de Nairobi sobre la CIPD25, Tanzania se comprometió a revisar la Ley del Matrimonio y los marcos jurídicos e institucionales clave antes de 2025 para abordar la desigualdad de género.

Tanzania ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño en 1991, que el Comité de los Derechos del Niño ha interpretado para recomendar el establecimiento de una edad mínima para contraer matrimonio de 18 años, y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) en 1985, que obliga a los Estados a garantizar el libre y pleno consentimiento para contraer matrimonio.

Durante su Examen Periódico Universal de 2016, Tanzania apoyó las recomendaciones de acelerar los esfuerzos para poner fin al matrimonio infantil.

En 2007 Tanzania ratificó la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos sobre los Derechos de la Mujer en África, que incluye un artículo relacionado con la igualdad y el libre consentimiento en el matrimonio.

En 2003 Tanzania ratificó la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño, incluido el Artículo 21 relativo a la prohibición del matrimonio infantil.

Tanzania es uno de los 20 países que se han comprometido a poner fin al matrimonio infantil para finales de 2020 en virtud del Compromiso Ministerial sobre educación sexual integral y servicios de salud sexual y reproductiva para adolescentes y jóvenes en África Oriental y Meridional.

Tanzania es uno de los países en los que el Plan de Emergencia del Presidente de Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR)/Iniciativa DREAMS trabaja para reducir las tasas de VIH entre las adolescentes y las mujeres jóvenes.

Tanzania es un país pionero de la Alianza Mundial para Acabar con la Violencia Contra los Niños y un país socio de la Alianza Mundial por la Educación (GPE ).

En la Cumbre de las Niñas celebrada en Londres en julio de 2014, el Gobierno de Tanzania firmó una carta en la que se comprometía a poner fin al matrimonio infantil para 2020.

El Plan de Acción Nacional para Acabar con la Violencia contra Mujeres y Niños 2017/18-2021/22 aborda la necesidad de acabar con el matrimonio infantil y establece el objetivo de reducir los matrimonios infantiles al 10% y la violencia contra mujeres y niños al 50% en 2022. Desde la puesta en marcha del Plan de Acción, se han creado 16.343 comités de protección de mujeres y niños, desde el nivel de aldea hasta el nacional.

El Gobierno implementó la Estrategia Nacional contra la Mutilación Genital Femenina/Corte y Plan de Implementación 2019-2022 y el Plan de Acción Transfronterizo contra la Mutilación Genital Femenina/Corte para los países de África Oriental de 2019 para prevenir las prácticas de mutilación genital femenina/corte a través de las fronteras.

El Ministerio de Sanidad, Desarrollo Comunitario, Género, Mayores e Infancia realizó una Encuesta Nacional sobre los Impulsores y las Consecuencias del Matrimonio Infantil en 2017.

En 2014 se puso en marcha en la región de Mara la campaña nacional "Zona libre de matrimonio infantil" para poner fin al matrimonio infantil, en la que se pedía la revisión de las leyes discriminatorias y la actuación de los sectores sanitario, educativo y jurídico para prevenir el matrimonio infantil. Otras regiones de Tanzania están lanzando ahora campañas similares en colaboración con el UNFPA.

Se han creado oficinas de género e infancia en 417 comisarías de distrito de Tanzania, además de una línea telefónica de ayuda a la infancia que se ha puesto a prueba en seis regiones para asistir a las víctimas de la violencia, incluido el matrimonio infantil. También se han creado tribunales y comités de protección de la infancia a nivel de distrito y de barrio.

La Política de Desarrollo Infantil de Tanzania (2008) reconoce que casarse a los 15 años priva al niño de sus derechos.

En 2015, Parlamentarios por la Acción Mundial celebró un debate de capacitación sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado. 40 parlamentarios tanzanos analizaron las causas profundas del matrimonio infantil y compartieron buenas prácticas con colegas de Malawi y Ghana.

Antes de su fallecimiento en 2021, el expresidente John Magufuli suscitó polémica en 2017 tras respaldar una ley que se remonta a la década de 1960 y que permite a las escuelas públicas expulsar a las madres jóvenes. En la última década, más de 55.000 escolares tanzanas embarazadas han sido expulsadas de la escuela, según un informe de 2013 del Centro de Derechos Reproductivos. Esto suscitó muchas críticas por parte de organizaciones de derechos humanos y activistas por los derechos de las mujeres. A partir de 2020, la política sigue vigente. El actual presidente de Tanzania, Suluhu Hassan, aún no ha derogado la ley.

En julio de 2016, el Tribunal Constitucional dictaminó que el matrimonio de menores de 18 años era ilegal. En octubre de 2019, el Tribunal Supremo de Apelación confirmó esta sentencia, que había sido impugnada por el fiscal general con el argumento de que interfería en la cultura del país.

La sentencia dictaminó que la Ley de Matrimonio de Tanzania de 1971 era inconstitucional: permitía a los chicos casarse a los 18 años y a las chicas a los 14 con el consentimiento del tribunal, y a los 15 con el consentimiento paterno. Ordenó al gobierno que elevara la edad legal para contraer matrimonio a 18 años en el plazo de un año.

Sin embargo, hay que señalar que los matrimonios consuetudinarios están exentos de la ley.