Bolivia

En Bolivia, el 20% de las niñas están casadas o en unión libre antes de los 18 años y el 3% antes de los 15 años.

En Bolivia, el 5% de los chicos están casados o en pareja antes de los 18 años.

En Bolivia, el Matrimonio y la Unión Infantil, Precoz y Forzada (MITF) adopta predominantemente la forma de una unión informal, en la que una niña vive con un hombre, en lugar de un matrimonio formal.

Los matrimonios y uniones infantiles, precoces y forzados están motivados por la desigualdad de género y la creencia de que las mujeres y las niñas son de algún modo inferiores a los hombres y los niños.

En Bolivia, el CEFMU se ve agravado por:

● Normas de género: En Bolivia se espera que las mujeres y las niñas sean sumisas y se dediquen a las tareas domésticas y al cuidado de los niños, mientras que los hombres son los que toman las decisiones en el hogar. Las arraigadas normas de género desiguales permiten que el CEFMU y las uniones tempranas sean ampliamente aceptadas en Bolivia. Culturalmente, el matrimonio se considera un incentivo para que los hombres ocupen puestos de poder y liderazgo, lo que crea un incentivo para que más chicos se casen. Bolivia tiene una de las tasas de matrimonio infantil de varones más altas del mundo.

● Pobreza: En Bolivia, muchas niñas se unen para huir de la pobreza de sus hogares y evitar que sus familias tengan una boca más que alimentar.

Embarazo adolescente: Bolivia tiene una de las tasas de embarazo adolescente más altas de América. Estadísticas recientes registradas por el Ministerio de Salud entre enero y julio de 2021, demuestran que hubo 22.221 embarazos en adolescentes. Entre 2015 y 2020, la tasa de natalidad adolescente en Bolivia fue de 71 nacimientos por cada 1000 niñas de 15 a 19 años. Las niñas que quedan embarazadas son frecuentemente obligadas a casarse o a formar una unión, incluso cuando es producto de la violencia sexual, y son retiradas de la escuela para no avergonzar a la familia.

● Violencia sexual contra mujeres y niñas: Datos recabados del Ministerio Público especializado en género y delitos contra la niñez, revelan que entre enero y abril de 2021, se denunciaron 561 casos de violación a adolescentes y niños en Bolivia.

● Origen étnico: Según UNICEF, el CEFMU en Bolivia es más frecuente entre las comunidades de habla quechua, el pueblo aymara y los afrodescendientes. Según informan Plan Internacional y UNFPA, algunos hombres de comunidades indígenas de Bolivia creen que la edad ideal para la unión de las niñas comienza a los 13 años y a los 18 años para los niños.

● COVID-19: La pandemia de COVID-19 ha exacerbado la vulnerabilidad de los niños y, en particular, de las adolescentes, lo que ha provocado un aumento de las dificultades económicas. Desde la pandemia, aproximadamente 3 millones de niños no asisten a la escuela y el desempleo aumentó del 22% al 31% en Bolivia. El cierre prolongado de las escuelas y los embarazos de adolescentes desde la pandemia son a la vez causa y consecuencia del matrimonio infantil en Bolivia.

Bolivia se ha comprometido a poner fin al matrimonio infantil, precoz y forzado para 2030, en consonancia con la meta 5.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El gobierno presentó una Revisión Nacional Voluntaria 2021 en el Foro Político de Alto Nivel, pero en ella no se mencionaba el matrimonio infantil. Desde entonces, el gobierno no ha presentado una Revisión Nacional Voluntaria en ningún Foro Político de Alto Nivel.

Bolivia copatrocinó las siguientes resoluciones del Consejo de Derechos Humanos: la resolución de 2013 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado, la resolución de 2015 para poner fin al matrimonio infantil, precoz y forzado, reconociendo que es una violación de los derechos humanos, la resolución de 2017 del Consejo de Derechos Humanos reconociendo la necesidad de abordar el matrimonio infantil, precoz y forzado en contextos humanitarios, la resolución de 2019 sobre las consecuencias del matrimonio infantil, la resolución de 2021 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado en tiempos de crisis, incluida la pandemia del COVID-19, y la resolución de 2023 sobre poner fin y prevenir el matrimonio forzado.

Bolivia copatrocinó las resoluciones de la Asamblea General de la ONU de 2013, 2014 2016, 2018, 2020 y 2022 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado.

Bolivia ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño en 1990, que el Comité de los Derechos del Niño ha interpretado para recomendar el establecimiento de una edad mínima para contraer matrimonio de 18 años, y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) en 1990, que obliga a los Estados a garantizar el libre y pleno consentimiento para contraer matrimonio.

Durante su revisión de 2023, el Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño recomendó al gobierno que eliminara todas las excepciones que permiten el matrimonio por debajo de los 18 años, que impidiera los matrimonios infantiles, especialmente en comunidades indígenas y mineras, y que llevara a cabo campañas de sensibilización sobre los efectos nocivos del matrimonio infantil.

Durante su examen de 2022, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer expresó su preocupación por la elevada tasa de matrimonios infantiles, especialmente entre niñas menores de 15 años en zonas rurales. Se señaló que la mayoría de estos matrimonios eran consecuencia de la violencia sexual, los embarazos forzados de adolescentes, la violencia familiar y la pobreza. El Comité recomendó al gobierno que elevara la edad mínima legal para contraer matrimonio a 18 años, tanto para niños como para niñas, y que concienciara sobre los efectos nocivos del matrimonio infantil.

Durante su examen de 2015, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer expresó su preocupación por las dificultades para aplicar la edad mínima para contraer matrimonio para las niñas y la falta de sensibilización, especialmente en lenguas indígenas, sobre los principios de igualdad entre mujeres y hombres en el matrimonio.

Durante su Examen Periódico Universal de 2019, Bolivia aceptó revisar las recomendaciones de tomar medidas para combatir el matrimonio precoz, infantil y forzado.

Bolivia, como miembro de la Organización de Estados Americanos (OEA), está vinculada al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, que reconoce el derecho de hombres y mujeres en edad núbil a contraer matrimonio, y pide a los gobiernos que refuercen la respuesta para hacer frente a la violencia y la discriminación por motivos de género, incluidos el matrimonio y las uniones precoces, forzados e infantiles, desde una perspectiva que respete la evolución de las capacidades y la autonomía progresiva.

Bolivia ratificó la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (conocida como Convención de Belém do Pará) en 1994. En 2016, el Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI) recomendó a los Estados Partes que revisaran y reformaran leyes y prácticas para aumentar la edad mínima para contraer matrimonio a 18 años para mujeres y hombres.

Bolivia, como miembro de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas, adoptó el Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo en 2013, que reconoce la necesidad de abordar los altos niveles de embarazo adolescente en la región, ya que suelen estar asociados al matrimonio forzado de niñas. En 2016, los países de la CEPAL también aprobaron la Estrategia de Montevideo para la Implementación de la Agenda Regional de Género. Esta Agenda recoge los compromisos asumidos por los gobiernos en materia de derechos y autonomía de las mujeres e igualdad de género en los últimos 40 años en las Conferencias Regionales de Mujeres de América Latina y el Caribe. La Agenda reafirma el derecho a una vida libre de toda forma de violencia, incluyendo el matrimonio forzado y la cohabitación para niñas y adolescentes.

ElPlan Plurinacional de Prevención de Embarazos en Adolescentes y Jóvenes(2015-2020) destaca la correlación entre el matrimonio infantil, las uniones tempranas y el embarazo adolescente. Entre sus objetivos, el plan pretende mejorar la salud sexual de los jóvenes a través de la educación, con vistas a prevenir los matrimonios precoces, la violencia sexual y los embarazos no planificados.

Según el Código de Familia y los Procedimientos Familiares de 2014, la edad mínima legal para contraer matrimonio es de 18 años, tanto para las chicas como para los chicos.

Sin embargo, en virtud del artículo 139 del Código de la Familia, una persona puede contraer matrimonio a los 16 años con el consentimiento de sus padres o de laDefensoría de la Niñez y Adolescencia.