Eritrea

Según los últimos datos gubernamentales disponibles, de 2010, el 41% de las niñas de Eritrea se casan antes de los 18 años y el 13% antes de los 15 años.

El 2% de los varones eritreos se casa antes de los 18 años.

El matrimonio infantil está impulsado por la desigualdad de género y la creencia de que las mujeres y las niñas son de algún modo inferiores a los hombres y los niños.

En Eritrea, el matrimonio infantil se ve agravado por:

Mutilación genital femenina: La A/MGF se utiliza para proteger a las niñas de perder su virginidad o tener hijos fuera del matrimonio, lo que se considera que las descalifica para ser "casaderas". El 83% de las mujeres han sido sometidas a la ablación genital femenina según datos entre 2012-2020. En un estudio de 2012, el 67% de las encuestadas consideraban que la mutilación genital femenina les ayudaba a conseguir aceptación social y a encontrar mejores parejas matrimoniales.

● Normas de género: Tradicionalmente, las madres eritreas han formado a sus hijas para que asuman el papel de amas de casa, aprendiendo a cocinar, limpiar, buscar agua y hacer fuego desde que tienen siete años. Según la organización local Voice of Eritrean Women, también se espera de las niñas que hablen en voz baja y cumplan las estrictas expectativas de género. Si infringen estas normas, a menudo se las considera "no aptas" para el matrimonio.

● Sexo prematrimonial: Existen fuertes ideales patriarcales de pureza y a veces se recurre al matrimonio infantil con la creencia errónea de proteger a las niñas de mantener relaciones sexuales prematrimoniales. Esto se considera esencial para garantizar mejores oportunidades matrimoniales y la estabilidad familiar. Si se descubre que una niña ha perdido la virginidad, es probable que se cancele su boda y que sea estigmatizada por su comunidad.

Escapar: Al parecer, algunas chicas se casan para evitar su inscripción en el Centro de Formación Militar de Sawa y el servicio nacional.

Eritrea se ha comprometido a poner fin al matrimonio infantil, precoz y forzado para 2030, de acuerdo con la meta 5.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El gobierno presentó una Revisión Nacional Voluntaria en el Foro Político de Alto Nivel de 2022. En esta revisión, el gobierno planteó que las tasas de embarazo adolescente han disminuido desde 2019, y esto se atribuye a la inversión en la educación de las niñas, el aumento de la edad de matrimonio, la protección de los derechos de las niñas y las actitudes tradicionales progresistas y cambiantes. En Eritrea, la educación básica es obligatoria tanto para niños como para niñas. Por lo tanto, la legislación sobre el matrimonio infantil se aplica estrictamente para garantizar que tanto los niños como las niñas permanezcan en la educación y se reduzcan las disparidades de género.

Eritrea copatrocinó las resoluciones de la Asamblea General de la ONU de 2013, 2014, 2016, 2018, 2020 y 2022 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado, y la resolución del Consejo de Derechos Humanos de 2013 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado. En 2014, Eritrea firmó una declaración conjunta en el Consejo de Derechos Humanos pidiendo una resolución sobre el matrimonio infantil.

Eritrea ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño en 1994, que el Comité de los Derechos del Niño ha interpretado para recomendar el establecimiento de una edad mínima para contraer matrimonio de 18 años, y se adhirió a la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) en 1995, que obliga a los Estados a garantizar el libre y pleno consentimiento para contraer matrimonio.

Durante su Examen Periódico Universal de 2014, Eritrea aceptó examinar las recomendaciones para seguir esforzándose por abolir el matrimonio infantil.

Durante su Examen Periódico Universal de 2019, Eritrea acordó examinar las recomendaciones para mejorar las medidas para poner fin al matrimonio infantil y forzado, concretamente adoptando una estrategia integral.

Durante su examen de 2020, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer reconoció los esfuerzos del gobierno para eliminar las prácticas nocivas a través de diversos marcos políticos institucionales, un comité directivo para abordar el matrimonio infantil, la mutilación genital femenina y la violencia de género, directrices políticas sobre salud materna, adolescente e infantil y un plan de acción nacional sobre género. El Comité expresó que el impacto del servicio nacional obligatorio del gobierno significa que las mujeres y las niñas tratan de evitarlo abandonando la escuela, contrayendo matrimonio infantil, huyendo del país o quedándose embarazadas.

En junio de 2016, el gobierno lanzó la Campaña de la Unión Africana para Acabar con el Matrimonio Infantil.

En 1999, Eritrea ratificó la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño, incluido el artículo 21 relativo a la prohibición del matrimonio infantil. En 2012, Eritrea firmó, pero aún no ha ratificado, la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos sobre los Derechos de la Mujer en África, incluido el artículo 6 que fija en 18 años la edad mínima para contraer matrimonio.

En 2019, en la Cumbre de Nairobi sobre la CIPD25, Eritrea se comprometió a poner fin a todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas, incluido el matrimonio precoz, infantil y forzado.

Eritrea es un país socio de la Asociación Mundial por la Educación (AME).

En 2016, el Ministerio de Salud, en colaboración con la Unión Nacional de Mujeres Eritreas, UNICEF, la Unión Africana y el UNFPA, puso en marcha una campaña nacional para acabar con el matrimonio infantil en Eritrea, en la que los delegados se comprometieron a garantizar la aplicación de instrumentos jurídicos para poner fin a esta práctica.

En 2017 se creó un Comité Directivo Nacional (CDN) que engloba al Ministerio de Sanidad, el Ministerio de Trabajo y Bienestar Social y la Unión Nacional de Mujeres Eritreas con el objetivo de coordinar las actividades y crear sinergias funcionales para abordar los problemas comunes relacionados con las prácticas nocivas y la violencia contra las mujeres, incluido el matrimonio infantil. El NSC coordina todos los comités contra la mutilación/ablación genital femenina y el matrimonio infantil existentes anteriormente en las aldeas regionales, subregionales y administrativas.

Según se informó al Comité de la CEDAW en 2019, desde 2015 estos comités contra la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil han llevado a cabo más de 400 reuniones para desarrollar planes de acción y han organizado campañas sobre prácticas tradicionales nocivas dirigidas a más de 300.000 ciudadanos.

El gobierno también trabaja para abordar la mutilación genital femenina y la paridad de género en la educación elemental y media, con el fin de mejorar el estatus de las niñas en la sociedad eritrea y disminuir la incidencia del matrimonio infantil. El Ministerio de Educación está llevando a cabo campañas de sensibilización sobre la importancia de enviar a las niñas a la escuela, al tiempo que apoya a las niñas casadas para que completen su educación.

El Ministerio de Trabajo y Bienestar Humano ha organizado anteriormente talleres de formación para trabajadores sociales subregionales y ha creado Comités de Bienestar Infantil con el objetivo de agilizar la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño y la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño.

El Plan Nacional del Sector Educativo 2018-2022 de Eritrea tiene como objetivo mejorar la calidad del aprendizaje en la educación primaria y secundaria mediante la expansión de la educación de la primera infancia, la mejora de las cualificaciones de los profesores y la incorporación de más niños no escolarizados a las escuelas. El plan identifica además la educación de las niñas y la educación para necesidades especiales como áreas transversales de acción.

La Ley del Matrimonio revisada en 1991 fija en 18 años la edad mínima legal para contraer matrimonio. Sin embargo, las jóvenes pueden ser dispensadas de casarse a los 16 años si están embarazadas o ya han dado a luz.

Además, las leyes consuetudinarias, que difieren de un lugar a otro y pueden no mencionar restricciones de edad para el matrimonio, suelen prevalecer sobre las leyes civiles.