Rumanía

En Rumanía, el 7% de las chicas se casa antes de los 18 años y el 1% antes de los 15.

Los datos se refieren únicamente a los matrimonios formales del Censo de Población y Vivienda de 2021 y no incluyen el mes del primer matrimonio en el cálculo, lo que podría dar lugar a cierto sesgo.

Un estudio de 2005 informa de que el matrimonio infantil es más común en las comunidades romaníes kalderash, pero rara vez lo practican los romaníes cashtale.

El matrimonio infantil está impulsado por la desigualdad de género y la creencia de que las mujeres y las niñas son de algún modo inferiores a los hombres y los niños.

Existe poca información sobre el matrimonio infantil en Rumanía, pero los estudios disponibles muestran que, entre las comunidades romaníes, está impulsado por:

Secuestros: Algunas niñas son secuestradas y agredidas por futuros novios con la esperanza de que sus padres les permitan casarse tras la pérdida de su virginidad.

Relaciones prematrimoniales: Si las niñas gitanas empiezan a relacionarse con chicos, o si su cuerpo se ha desarrollado rápidamente, los padres pueden decidir casarlas. En esta decisión también influye la falta de oportunidades educativas y laborales, así como el deseo de controlar su sexualidad y preservar su honor. En 2020, un análisis de Save the Children Rumanía afirmaba que, a pesar de las elevadas tasas de embarazos adolescentes en Rumanía, muy pocas madres estaban casadas. Una encuesta realizada entre madres adolescentes de zonas rurales reveló que menos del 2% estaban casadas.

La pobreza: Muchas niñas gitanas sufren exclusión en la escuela y en la sociedad, y la falta de acceso a la igualdad de oportunidades empuja a algunas al matrimonio, ya que parece la opción más "sensata".

Rumanía se ha comprometido a poner fin al matrimonio infantil, precoz y forzado para 2030, de acuerdo con la meta 5.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El gobierno presentó una Revisión Nacional Voluntaria en el Foro Político de Alto Nivel de 2023; sin embargo, no se mencionaba el matrimonio infantil.

Rumanía copatrocinó las siguientes resoluciones del Consejo de Derechos Humanos: la resolución de procedimiento de 2013 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado, la resolución de 2015 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado, la resolución de 2017 sobre el reconocimiento de la necesidad de abordar el matrimonio infantil, precoz y forzado en contextos humanitarios, la resolución de 2019 sobre las consecuencias del matrimonio infantil, la resolución de 2021 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado en tiempos de crisis, incluida la pandemia del COVID-19, y la resolución de 2023 sobre poner fin y prevenir el matrimonio forzado. En 2014, Rumanía también firmó una declaración conjunta en el Consejo de Derechos Humanos pidiendo una resolución sobre el matrimonio infantil.

Rumanía copatrocinó las resoluciones de la Asamblea General de la ONU de 2013, 2014, 2016, 2018, 2020 y 2022 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado.

Rumania ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño en 1990, que el Comité de los Derechos del Niño ha interpretado para recomendar el establecimiento de una edad mínima para contraer matrimonio de 18 años, y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) en 1982, que obliga a los Estados a garantizar el libre y pleno consentimiento para contraer matrimonio.

Durante su examen de 2017, el Comité de la CEDAW expresó su preocupación por la falta de medidas adoptadas para prevenir el matrimonio infantil. Recomendó al gobierno que concienciara sobre el impacto nocivo que tiene en las niñas.

En 2017, el Comité de los Derechos del Niño de la ONU recomendó a Rumanía sensibilizar especialmente sobre las consecuencias negativas del matrimonio infantil en las zonas rurales del país.

Durante el Examen Periódico Universal de 2023, el Ministerio del Interior, el Consejo Nacional de Lucha contra la Discriminación y la Guía Práctica de Servicios Policiales se asociaron con la Asociación E-romnja para poner en marcha sesiones de formación para agentes de policía sobre la prevención de la violencia contra las niñas y mujeres romaníes y promover la igualdad de género. En el proyecto "La violencia no tiene color", los agentes de policía diseñaron contenidos sobre el tema de la prevención de la discriminación, incluida la violencia doméstica y el matrimonio infantil y forzado.

Durante su Examen Periódico Universal de 2018, Rumania acordó revisar las recomendaciones para fortalecer los esfuerzos legislativos para poner fin al matrimonio infantil, precoz y forzado.

En 2020, tras una visita a Rumania, el Grupo de Trabajo de la ONU sobre la discriminación contra las mujeres y las niñas expresó su preocupación por las elevadas tasas de matrimonio precoz y forzado, y señaló que el gobierno debía tomar todas las medidas necesarias para prevenir el matrimonio forzado y precoz.

Rumania ha ratificado el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica (conocido como Convenio de Estambul), que considera el matrimonio forzado una forma grave de violencia contra las mujeres y las niñas, y obliga legalmente a los Estados Partes a tipificar como delito la conducta intencionada de obligar a un adulto o a un niño a contraer matrimonio.

Rumanía es uno de los países pioneros de la Alianza Mundial para Acabar con la Violencia Contra los Niños.

A través del proyecto "La violencia no tiene color", se llevaron a cabo 2.695 actividades preventivas y educativas, y se organizaron 1.650 sesiones de formación con 37.750 agentes de policía.

Según diversas fuentes, el matrimonio infantil está casi ausente del marco político de Rumanía, incluidas las relacionadas con las comunidades romaníes del país.

Según el artículo 272 (1) del Código Civil de 2009, la edad mínima legal para contraer matrimonio es de 18 años.

Sin embargo, en virtud del artículo 272 (2), una persona puede contraer matrimonio a los 16 años con el consentimiento paterno, basado en un certificado médico o con autorización de la autoridad tutelar.