Construir un movimiento intersectorial para acabar con el matrimonio infantil: Reflexiones del 15º Foro de AWID
Esta página ha sido traducida automáticamente por AI y aún no ha recibido la aprobación de uno de nuestros moderadores de traducción.
Ninguna región del mundo está libre del matrimonio infantil. En la actualidad, 650 millones de niñas de todo el mundo se casaron siendo niñas: más del 16% de la población femenina mundial.1. El sur de Asia, donde vive casi una cuarta parte de la población mundial y el mayor número de adolescentes (340 millones de entre 10 y 19 años), sigue siendo un foco de matrimonios precoces. Resulta alarmante que una de cada cuatro jóvenes de 20 a 24 años de la región se casara siendo niña.2.
Esto debe acabar. En diciembre de 2024, Girls Not Brides, en colaboración con Girls First Fund (GFF) y el Programa Mundial UNICEF-UNFPA para Acabar con el Matrimonio Infantil, coorganizó una recepción nocturna en el 15º Foro Internacional de AWID en Bangkok, Tailandia. El evento tenía como objetivo posicionar los matrimonios y uniones infantiles, precoces y forzados como una cuestión crítica de justicia de género interconectada con diversos movimientos, en consonancia con el tema del Foro de AWID, "Rising Together", que hace un llamamiento a los movimientos mundiales para que se unan a la hora de abordar los retos apremiantes de nuestro tiempo. El evento reunió a 70 participantes, entre ellos constructores de movimientos, jóvenes activistas, líderes de la sociedad civil, financiadores, socios y aliados del movimiento para acabar con el matrimonio infantil de diferentes regiones. Girls Not Brides también apoyó la participación de cinco organizaciones miembros: CWIN (Nepal), SOSEC (Nepal), CARE Bangladesh, People for Change (India) y Project Khel (India). Aunque los participantes reflejaron perspectivas diversas y realidades regionales únicas, se hicieron eco de la visión compartida: acabar con los matrimonios y uniones infantiles, precoces y forzados (CEFMU) de una vez por todas.
Los debates de la recepción pusieron de relieve la importancia de fortalecer los movimientos con intencionalidad, evaluando colectivamente los logros, abordando los retos persistentes y elaborando estrategias para el futuro. Fanta Toure-Puri, de Girls First Fund, Veronica Kamanga-Njikho, del Programa Mundial UNICEF-UNFPA para la Erradicación del Matrimonio Infantil, y Shreya Ghosh, de Girls Not Brides, abrieron la recepción con reflexiones sobre la importancia de los enfoques complementarios específicos de cada contexto centrados en el cambio sistémico, como la necesidad de una financiación flexible a largo plazo, el trabajo transformador en materia de género, el fomento de las conexiones interregionales, la ampliación de las asociaciones con organizaciones dirigidas por mujeres, la amplificación de las voces colectivas, el protagonismo de las adolescentes y los jóvenes y la reiteración del importante trabajo que aún queda por hacer.
El año 2024 marcó un avance significativo en el movimiento mundial para poner fin al matrimonio infantil. Mientras proseguían los incansables esfuerzos para cambiar las actitudes mediante enfoques transformadores de género, varios logros legislativos y políticos clave recientes en diferentes regiones, como la aprobación en Colombia de una ley para poner fin al matrimonio infantil, la presentación en Estados Unidos de un proyecto de ley federal para proteger a las niñas, la aprobación en Sierra Leona de un proyecto de ley histórico que asegura el futuro de sus niñas y el lanzamiento en Malawi de su estrategia nacional para poner fin al matrimonio infantil, y el llamamiento de la Asociación de Cooperación Regional de Asia Meridional y las Naciones Unidas a comprometerse a apoyar a millones de niñas embarazadas y madres jóvenes en Asia Meridional, contribuyeron al impulso del movimiento para poner fin al matrimonio infantil.
En el acto de recepción, los participantes reflexionaron sobre los logros del movimiento en sus propios contextos.
- Mayor concienciación: Se ha producido una reducción de las tasas de matrimonio infantil y una mayor visibilidad del problema, sobre todo debido a la penalización del CEMFU en varios países asiáticos. Además, el aumento de la concienciación a nivel comunitario ha fomentado cambios en las actitudes y comportamientos de importantes partes interesadas. Los participantes también compartieron que ahora hay más organizaciones que trabajan para acabar con el matrimonio infantil, con un notable aumento de las organizaciones feministas y un impulso de financiación comparativamente mayor debido a la defensa continua.
- Cambios legislativos y políticos: La promulgación de leyes más estrictas y la intensificación de los esfuerzos de promoción han sido cruciales para acabar con el matrimonio infantil, aunque los participantes hicieron hincapié en las limitaciones de depender únicamente de la justicia penal. Compartieron la preocupación por las posibles repercusiones negativas, como la reducción del acceso al aborto y a los servicios sanitarios para las jóvenes y las mujeres, y subrayaron la importancia de un marco de justicia social más amplio. Sin embargo, según ellos, es un logro que el matrimonio infantil se incluya cada vez más en las agendas políticas mundiales, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), junto con los esfuerzos para que el movimiento esté más liderado por las niñas y los jóvenes.
- Repensar las estrategias de liderazgo: Las niñas y las jóvenes líderes abogan activamente por el cambio, desafían las normas perjudiciales y ponen de relieve historias de éxito impactantes. Por ejemplo, el programa ugandés Second Chance Education ha prestado apoyo a 130 niñas marginadas afectadas por conflictos civiles en el norte de Uganda, facilitándoles el acceso a la educación, garantizando la permanencia y fomentando el aprendizaje y la progresión. Del mismo modo, el programa de educación y formación profesional Segunda Oportunidad, dirigido a mujeres marginadas y desfavorecidas que no han podido completar su educación debido a la pobreza, los conflictos, las normas culturales u otros obstáculos, se ha puesto en marcha en países como México, Chile, India, Camerún, Jordania y Australia. Los participantes hicieron hincapié en la importancia de implicar a los guardianes de la comunidad y de abordar las causas profundas, que han demostrado ser muy prometedoras. Además, las iniciativas que implican a hombres y niños, como los programas contra la violencia de género de Nepal, han reforzado aún más los esfuerzos para crear un cambio social duradero.
El movimiento en favor de los derechos de las mujeres y las niñas sigue enfrentándose a retos persistentes, como el auge de movimientos organizados contra la igualdad de género, la escasez de financiación, que persiste a pesar del mayor interés por prestar apoyo financiero, y la inestabilidad política.
Reconocer estos obstáculos es importante, pero es esencial que el movimiento siga siendo estratégico y se centre en hacer avanzar los derechos de las mujeres y las niñas, en lugar de dejarse consumir por las reacciones ante la organización contraria a los derechos. En este contexto, los participantes compartieron reflexiones perspicaces sobre los retos específicos a los que se enfrentan en sus propios países y contextos.
- Oposición organizada: La movilización de movimientos contrarios al género y a los derechos, la reacción de los líderes religiosos y las leyes diseñadas para "controlar la sexualidad" de las jóvenes y las mujeres están creando importantes barreras en muchos países. La oposición política y la inestabilidad en varios países asiáticos complican aún más los avances en los derechos de las niñas y las mujeres.
- Reducción del espacio cívico: En muchos países asiáticos, las políticas estatales restrictivas, las estrictas regulaciones sobre financiación extranjera y la falta de oportunidades de financiación local obstaculizan el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil (OSC). La idea errónea de que el matrimonio infantil ha llegado a su fin hace que disminuya la urgencia, lo que se traduce en una menor financiación y en recursos insuficientes para sostener el movimiento.
- Falta de reconocimiento de la "interseccionalidad": El hecho de no abordar las identidades y vulnerabilidades interseccionales de las niñas -formadas por la casta, la clase, la sexualidad, la raza, la discapacidad y las zonas de conflicto- sigue siendo un problema crítico. Esto contribuye además a que se consideren los problemas de forma aislada y no se tenga en cuenta cuántos otros problemas de justicia social-política-climática contribuyen al CEFMUFMEU. Por ejemplo, los participantes destacaron el término "novias climáticas", que se refiere a cómo el cambio climático exacerba las desigualdades y provoca un aumento del matrimonio infantil en algunas regiones.
El matrimonio infantil está profundamente arraigado en las prácticas tradicionales, lo que exige esfuerzos sostenidos para transformar normas y actitudes. Los participantes compartieron que, para que los éxitos locales se conviertan en un cambio generalizado, es esencial un enfoque polifacético e integrador.
- Amplificar las voces diversas: Aumentar la concienciación dando prioridad a las voces de las niñas de contextos marginados interseccionales. Los participantes consideraron que también es valioso promover de forma significativa la narración de historias y los testimonios de supervivientes del CEMFU para humanizar el problema y cambiar las percepciones. En este sentido, la colaboración con padres, tutores y comunidades en general ha sido y seguirá siendo eficaz. También instaron a fomentar las iniciativas dirigidas por jóvenes y el cambio de las normas sociales, haciendo hincapié en el papel de los jóvenes líderes en la defensa de la causa.
- Redistribución de la financiación: Los participantes también afirmaron que hay que localizar las fuentes de financiación y garantizar que los recursos lleguen a las organizaciones con mayor impacto, incluidas las iniciativas de base y dirigidas por jóvenes. Los jóvenes y las organizaciones locales deben tener acceso a subvenciones flexibles, a largo plazo y holísticas. Hay que centrarse en las iniciativas dirigidas y centradas en las niñas y, al mismo tiempo, educar e implicar a los expertos en protección de la infancia con una perspectiva interseccional.
- Defensa feminista interseccional: Un miembro de Girls Not Brides' National Partnership en Nepal, destacó que el matrimonio se ve a menudo como una licencia para el sexo, una idea errónea que debe ser cuestionada. El matrimonio y el sexo no deben confundirse. El movimiento feminista debe seguir impulsando estas conversaciones críticas. Muchos participantes también hicieron hincapié en la necesidad de abordar cuestiones transversales, como la lucha contra el cambio climático, los derechos a la educación, los derechos a la salud sexual y reproductiva y la justicia, así como otros retos interrelacionados que agravan el matrimonio infantil.
Las mujeres y las niñas no viven una vida monotemática y la defensa de sus derechos debe incluir sus diversas identidades y realidades. Esto también exige la creación de un movimiento de colaboración a medida que seguimos trabajando para acabar con el CEFMU.
Las mujeres y las niñas no viven una vida monotemática y la defensa de sus derechos debe incluir sus diversas identidades y realidades. Esto también exige la creación de un movimiento de colaboración a medida que seguimos trabajando para acabar con el CEFMU.
Fuentes de datos
UNICEF, Matrimonio infantil data.unicef.org/topic/child-protection/child-marriage/.
UNICEF, A Profile of Child Marriage in South Asia, 2023.
En el tiempo que has tardado en leer este artículo 22 niñas menores de 18 años se han casado
Cada año, 12 millones de niñas se casan antes de los 18 años.
Es decir, 23 niñas cada minuto.
Casi 1 cada 3 segundos.