El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha recomendado que una nueva agenda para el desarrollo internacional debería garantizar el empoderamiento, el bienestar y la protección social de las personas más vulnerables del mundo. En un comentario para la reconocida revista médica The Lancet , tres figuras prominentes en el desarrollo internacional argumentan que para traducir estos principios en acción y resultados tangibles, debemos terminar con el matrimonio infantil.
Con las discusiones en curso sobre cómo se verá un nuevo plan de acción para reducir la pobreza mundial cuando los Objetivos de Desarrollo del Milenio expiren en 2015, Graça Machel, Gunilla Carlsson y Emilia Pires escriben que tenemos una oportunidad única para imaginar el mundo que queremos para el 2030. Los autores, que eran miembros del Panel de alto nivel de personas eminentes en la agenda de desarrollo post-2015 , argumentan que para garantizar una vida digna para todos, "la eliminación del matrimonio infantil es imperativa porque está inseparablemente vinculada al progreso". sobre una variedad de temas que afectan a niños y jóvenes ".
La señora Machel, Carlsson y Pires destacan los vínculos entre las tasas de mortalidad materna y el matrimonio infantil, y señalan que las complicaciones relacionadas con el embarazo son la principal causa de muerte en niñas de 15 a 19 años en países en desarrollo. De los 16 millones de niñas adolescentes que dan a luz cada año, agregan, alrededor del 90% ya están casadas. También apuntan a un estudio reciente que mostró que una reducción en las tasas de matrimonio infantil podría estar asociada con una reducción sustancial en el número de muertes en el parto.
La finalización del matrimonio infantil debe figurar en una nueva agenda de desarrollo, pero, según escriben los autores, hay mucho que se puede hacer ahora para abordar el matrimonio infantil y mejorar el bienestar de las niñas. Una acción específica es asegurar que los programas de salud sexual, reproductiva y materna, que generalmente están diseñados para mujeres mayores, también atiendan las necesidades de las niñas adolescentes y las novias. Otro paso concreto es mejorar los sistemas de registro de nacimientos y matrimonios, lo que facilitaría probar la edad de las niñas en el matrimonio y llegar a las novias con programas y servicios específicos. También existe la necesidad de una mayor inversión en programas que apoyen a las niñas en riesgo de matrimonio infantil.
"Confiamos en que con la voluntad política, las inversiones adecuadas y los programas adaptados a los entornos locales, podemos poner fin al matrimonio infantil para 2030", concluyen los autores. "Al hacerlo, ayudaremos a abordar algunos de los problemas de pobreza y derechos humanos más difíciles del mundo y aseguraremos un futuro positivo para las niñas en todo el mundo".
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