La campaña anual 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género comenzó el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y terminó el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos. La campaña fue lanzada por activistas en el primer Instituto para el Liderazgo Global de las Mujeres en 1991 y sigue siendo coordinada cada año por el Centro para el Liderazgo Global de las Mujeres. Personas y organizaciones de todo el mundo participan en la campaña, haciendo un llamamiento a la prevención y eliminación de la violencia contra mujeres y niñas. AIDS Healthcare Foundation (AHF), Girls Not Brides y EngenderHealth se unen al resto del mundo para conmemorar este día bajo el lema "¡UNIDOS! Invertir para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas".
Este blog conjunto de algunos de nuestros jóvenes y defensores de la igualdad de género defiende lo que hay que hacer para promover la igualdad de género durante los 16 días de activismo.
Imagina un mundo en el que el género no esté limitado ni definido por estereotipos, en el que las políticas sean inclusivas y apoyen activamente a las niñas sin marginar a los niños. Durante los 16 Días de Activismo 2023, estamos explorando la intersección del género, la política, la salud (especialmente el VIH) y la cultura, buscando formas de construir una sociedad más inclusiva y equitativa. La interacción de estos elementos forma el tejido mismo de las normas sociales, dando forma a las percepciones y oportunidades de niñas y niños.
Tenemos que cuestionar normas de género profundamente arraigadas para redefinir la masculinidad
¿Te has preguntado alguna vez hasta qué punto influye la cultura en nuestras percepciones y nuestra comprensión del género? Las jóvenes líderes de Girls Not Brides, AHF y EngenderHealth, ardientes defensoras de la equidad de género, nos invitan a cuestionar estas normas profundamente arraigadas. De hecho, la desigualdad de género es la causa fundamental de prácticas nocivas como el matrimonio infantil, y también contribuye a las altas tasas de nuevas infecciones por el VIH entre las mujeres jóvenes y las niñas.
Imaginemos un mundo en el que el mantra tóxico "los niños no lloran" deje de ser una reliquia del pasado, deje de tener cabida en las interacciones sociales y las mujeres jóvenes y las niñas dejen de estar expuestas a un mayor riesgo de infección por el VIH. Aunque es esencial centrarse en la capacitación de las niñas, el progreso real requiere un enfoque holístico que incluya a los niños. Reforzar los sistemas de apoyo a las mujeres significa reconocer y responder a las necesidades de ambos géneros. ¿Cómo podemos cultivar entornos que empoderen a todas las personas, independientemente de su sexo?
El fervor de nuestros jóvenes líderes por redefinir la masculinidad brilla cuando nos instan a liberarnos de estas limitaciones arcaicas.
Tenemos que salvar la distancia entre la elaboración de políticas y su aplicación
Existe una brecha entre la elaboración de políticas y su aplicación sobre el terreno. La política por sí sola no puede desmantelar las desigualdades sistémicas. Al examinar el panorama de las políticas de igualdad de género, nos encontramos con puntos ciegos: lagunas entre las formulaciones elevadas y la aplicación concreta. Abogamos por el cambio, fomentando una estrategia holística. No nos limitemos a rellenar las lagunas, ataquemos las raíces. Imaginemos políticas que no sólo prevengan los embarazos de adolescentes, sino que también ofrezcan un apoyo sólido a los padres jóvenes y promuevan el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva, teniendo en cuenta las influencias culturales.
Las políticas proporcionan un marco para el cambio social, pero a menudo hay lagunas entre el desarrollo de las políticas y su aplicación real. Esta brecha supone un reto, sobre todo en cuestiones como el embarazo adolescente, las desigualdades en el nivel educativo de las niñas y la falta de acceso a una educación sexual integral, donde las normas culturales se cruzan con las limitaciones de las políticas. Salvar esta brecha exige una comprensión matizada de las influencias culturales y un enfoque proactivo de la formulación de políticas. Se trata de fusionar lo teórico con lo práctico, integrando la política en el tejido de la vida cotidiana. El llamamiento es claro: un enfoque unificado y global para un mañana más justo.
Tenemos que hacer frente a las barreras culturales que perpetúan la desigualdad entre hombres y mujeres
La cultura, profundamente arraigada e influyente, puede perpetuar estereotipos de género perjudiciales. No se trata sólo de 16 días, sino de un viaje continuo para derribar barreras, cuestionar normas y construir un mundo en el que todos, independientemente de su sexo, prosperen. Al reconocer y afrontar estos prejuicios culturales, podemos desmantelar las barreras sociales y crear espacios inclusivos. Abordar el estigma que rodea a cuestiones como el matrimonio infantil, el embarazo precoz, la vergüenza menstrual y el VIH es fundamental para cambiar las narrativas culturales.
Los 16 días de activismo sirven de catalizador para conversaciones cruciales y acciones concretas en favor de la igualdad entre hombres y mujeres. A medida que avanzamos en estos debates, redoblemos nuestros esfuerzos para cuestionar las normas culturales perjudiciales, colmar las lagunas políticas, crear un acceso equitativo a los servicios sanitarios y a la información, defender la inclusión de todos los géneros y erradicar el estigma.
Necesitamos un enfoque global de la equidad de género
Durante estos 16 días de activismo, es urgente abordar los retos a los que siguen enfrentándose las niñas y seguir promoviendo el acceso a la educación y a los servicios de salud sexual y reproductiva. Celebremos los avances logrados, reconociendo al mismo tiempo lo mucho que nos queda por hacer. Nuestro compromiso con la masculinidad positiva y los enfoques holísticos nos recuerda que el cambio es posible cuando trabajamos juntos. Promoviendo una comprensión holística de las cuestiones de género, podemos allanar el camino hacia un futuro mejor y más justo para todos.
Las niñas deben estar al frente del cambio
Demos voz y liderazgo a las niñas poniéndolas al frente de los esfuerzos por el cambio. Con las niñas en los puestos de toma de decisiones -y con el apoyo y la inclusión de hombres y niños- podemos allanar el camino para acabar con el matrimonio infantil, al tiempo que abordamos la intersección de la infección por el VIH y la violencia de género.
El lienzo es inmenso, pero con cada conversación, cada cambio político y cada cambio cultural, estamos creando toques de cambio que resuenan mucho más allá de estos 16 días.