El Salvador

El 19,7% de las niñas de El Salvador se casan o se unen en pareja antes de los 18 años y el 4,3% se casa antes de los 15 años.

El Matrimonio y Uniones Infantiles, Tempranas y Forzadas (MITF) es más frecuente en la región Oriental (donde el 25,5% de las mujeres de 20-24 años se casaron antes de los 18 años) y Occidental(20,5%). Es más frecuente en los departamentos de San Muguel, La Unión, Sonsonate, La Paz, Usulután y San Vicente, donde más del 20% de las mujeres de entre 20 y 24 años se casaron antes de los 18 años.

Los matrimonios y uniones infantiles, precoces y forzados están motivados por la desigualdad de género y la creencia de que las mujeres y las niñas son de algún modo inferiores a los hombres y los niños.

En El Salvador, el CEFMU también está impulsado por:

● Nivel de educación: El 52% de las mujeres sin estudios estaban casadas o en pareja cuando eran niñas, frente a solo el 3% que habían cursado estudios universitarios.

● Pobreza: El 12% de las mujeres de los hogares más pobres de El Salvador estaban casadas o unidas cuando eran niñas, frente al 2% de los hogares más ricos.

● Violencia de género contra las niñas: El UNFPA informa de altos índices de violencia sexual contra las niñas en El Salvador, que a menudo desemboca en embarazos adolescentes. Ha habido informes de familias pobres que casan a sus hijas con sus violadores para reducir su carga financiera. Plan Internacional y el UNFPA también informaron de que algunas niñas se unen o se casan como forma de escapar de los abusos y la violencia en el hogar.

● Embarazo adolescente: Hay un alto número de menores que cohabitan en El Salvador y hubo más de 25.000 nacimientos de madres menores de edad en 2015. Esto probablemente contribuye a las decisiones en torno al matrimonio infantil y las uniones tempranas.

Los contextos humanitarios pueden abarcar una amplia gama de situaciones antes, durante y después de catástrofes naturales, conflictos y epidemias. Aunque la desigualdad de género es una causa fundamental del matrimonio infantil tanto en contextos estables como de crisis, a menudo en tiempos de crisis las familias ven en el matrimonio infantil una forma de hacer frente a mayores dificultades económicas y de proteger a las niñas de una mayor violencia.

El Salvador se enfrenta a una compleja crisis humanitaria impulsada por múltiples factores interrelacionados que incluyen la violencia de las pandillas, el desplazamiento, la pobreza, la inseguridad alimentaria, la violencia de género y una variedad de peligros naturales como terremotos, huracanes, inundaciones y la degradación del medio ambiente. A pesar de la disminución de la violencia y la inseguridad en El Salvador desde marzo de 2022, hay aproximadamente 1,1 millones de personas que necesitan ayuda humanitaria en El Salvador. El Salvador tiene uno de los índices de violencia más altos del mundo.

● Crimen organizado y desplazamiento forzado: En los últimos años, la guerra de bandas y la violencia han transformado Centroamérica, incluido El Salvador, en uno de los lugares más peligrosos del planeta. Más de medio millón de personas, en su mayoría mujeres, niños y menores no acompañados, han huido y buscan asilo en México y Estados Unidos. En El Salvador, en diciembre de 2023, hay aproximadamente 66.000 desplazados internos. Este tipo de crisis humanitaria agrava la pobreza, la inseguridad y la falta de acceso a servicios como la educación, factores todos ellos que impulsan el CEFMU. Aunque actualmente carecemos de datos sobre el impacto de la crisis de refugiados centroamericanos en el CEFMU, las mujeres y las niñas corren un mayor riesgo de sufrir violencia sexual durante la ruta migratoria y existen pruebas de que las niñas son raptadas o presionadas para casarse con miembros de bandas. Además, experiencias previas en otros contextos humanitarios muestran que la violencia y el desplazamiento forzado aumentan la vulnerabilidad de las niñas al CEFMU.

El Salvador se ha comprometido a eliminar el matrimonio infantil, precoz y forzado para 2030, en línea con la meta 5.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El gobierno no ha presentado una Revisión Nacional Voluntaria en ningún Foro Político de Alto Nivel desde 2017.

Durante su Examen Nacional Voluntario en el Foro Político de Alto Nivel de 2017, el gobierno informó de una reducción de la prevalencia del matrimonio infantil entre 2008 y 2014.

El Salvador copatrocinó las siguientes resoluciones del Consejo de Derechos Humanos: la resolución de 2013 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado, la resolución de 2017 del Consejo de Derechos Humanos en la que se reconoce la necesidad de abordar el matrimonio infantil, precoz y forzado en contextos humanitarios, la resolución de 2019 del Consejo de Derechos Humanos sobre las consecuencias del matrimonio infantil y la resolución de 2021 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado en tiempos de crisis, incluida la pandemia del COVID-19. El Salvador también copatrocinó las resoluciones de la Asamblea General de la ONU de 2018, 2020 y 2022 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado.

El Salvador ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño en 1990, que el Comité de los Derechos del Niño ha interpretado para recomendar el establecimiento de una edad mínima para contraer matrimonio de 18 años, y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) en 1981, que obliga a los Estados a garantizar el libre y pleno consentimiento para contraer matrimonio.

Durante su examen de 2017, el Comité de la CEDAW expresó su preocupación por la aceptación social de las relaciones sexuales y matrimoniales de niñas y adolescentes con hombres mayores en El Salvador. Recomendó al gobierno que pusiera en marcha campañas de sensibilización sobre las implicaciones del matrimonio infantil en la salud y la educación de las niñas.

Durante su Examen Periódico Universal de 2020, El Salvador acordó revisar las recomendaciones para implementar medidas dirigidas a prevenir los matrimonios infantiles, precoces y forzados, incluyendo la concienciación pública sobre las consecuencias negativas del matrimonio precoz para las niñas, y prohibir y castigar las uniones no matrimoniales forzadas de niñas y adolescentes.

El Salvador, como miembro de la Organización de Estados Americanos (OEA), está vinculado al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, que reconoce el derecho de hombres y mujeres en edad núbil a contraer matrimonio y pide a los gobiernos que refuercen la respuesta para hacer frente a la violencia y la discriminación por motivos de género, incluidos el matrimonio y las uniones precoces, forzados e infantiles, desde una perspectiva que respete la evolución de las capacidades y la autonomía progresiva.

En 2018, tras una Visita de Trabajo a El Salvador, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) celebró la modificación del Código de Familia para eliminar las excepciones que permitían, en la práctica, el matrimonio de niñas víctimas de violencia sexual con sus agresores. Sin embargo, la CIDH señaló que las uniones tempranas siguen siendo comunes en El Salvador.

El Salvador ratificó la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (conocida como Convención de Belém do Pará) en 1996. En 2016, el Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI) recomendó a los Estados Partes que revisaran y reformaran las leyes y prácticas para aumentar la edad mínima para contraer matrimonio a 18 años para mujeres y hombres.

El Salvador, como miembro de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas, adoptó el Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo en 2013, que reconoce la necesidad de abordar los altos niveles de embarazo adolescente en la región, ya que suelen estar asociados al matrimonio forzado de niñas. En 2016, los países de la CEPAL también aprobaron la Estrategia de Montevideo para la Implementación de la Agenda Regional de Género. Esta Agenda recoge los compromisos asumidos por los gobiernos en materia de derechos y autonomía de las mujeres e igualdad de género en los últimos 40 años en las Conferencias Regionales de Mujeres de América Latina y el Caribe. La Agenda reafirma el derecho a una vida libre de toda forma de violencia, incluyendo el matrimonio forzado y la cohabitación para niñas y adolescentes.

El Salvador es uno de los países donde UNICEF, UNFPA y ONU Mujeres trabajan conjuntamente en el marco del Programa Conjunto de América Latina y el Caribe por una Región Libre de Matrimonio Infantil y Uniones Tempranas (2018-2021) para: alinear los marcos nacionales con los estándares internacionales, empoderar a las niñas, promover políticas y servicios que aborden los factores que impulsan el matrimonio infantil y las uniones tempranas y romper el silencio a nivel nacional y regional.

El Salvador es uno de los países en los que la Iniciativa Spotlight (una asociación mundial plurianual entre la Unión Europea y las Naciones Unidas) apoya los esfuerzos para acabar con todas las formas de violencia sexual y de género y las prácticas nocivas contra las mujeres y las niñas.

El Salvador es uno de los países pioneros de la Alianza Mundial para Acabar con la Violencia Contra los Niños.

LaEstrategia Nacional Intersectorial de Prevención del Embarazo en Niñas y en Adolescentes(2017-2027) destaca la correlación entre el embarazo en la adolescencia y el matrimonio infantil y las uniones tempranas. La Estrategia incluye objetivos y actividades para prevenir el matrimonio infantil y las uniones tempranas, implementar reformas legales, proteger y restaurar los derechos de las niñas en matrimonios infantiles y uniones tempranas, y elaborar un mecanismo de alerta temprana.

En agosto de 2017, los legisladores votaron a favor de declarar ilegal el matrimonio infantil, con 18 años como edad mínima para contraer matrimonio sin excepciones. Hasta entonces, el Código de Familia de 1993 permitía excepciones para el matrimonio antes de los 18 años en caso de embarazo, lo que permitía a los autores de violencia sexual eludir el castigo.

Según el Código de Familia, la edad mínima para contraer matrimonio es de 18 años para mujeres y hombres, sin excepciones.