Zimbabwe

El 34% de las niñas de Zimbabue se casan antes de los 18 años y el 5% antes de los 15 años.

En Zimbabue, el 2% de los chicos se casa antes de los 18 años.

El matrimonio infantil es más común en las zonas rurales de Zimbabue. Los datos disponibles de la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados de 2014 indican que el 40% de las mujeres de 20 a 24 años que viven en zonas rurales, frente al 19% de las que viven en zonas urbanas, se casaron o formaron pareja antes de cumplir los 18 años.

Las provincias de Mashonaland Central y Mashonaland Occidental tienen las edades medias de matrimonio más bajas.

Las tasas más elevadas de matrimonio infantil se registran en Mashonaland Central(50%), Mashonaland(42%), Mashonaland Este(38%), Manicaland(36%), Masvingo(35%) y Midlands(30%).

El matrimonio infantil está impulsado por la desigualdad de género y la creencia de que las niñas son de algún modo inferiores a los niños. En Zimbabue, el matrimonio infantil también se ve exacerbado por:

Pobreza: Las hijas a veces se casan para reducir su carga económica percibida, con su precio de novia (lobola) utilizado por las familias como medio de supervivencia. El 50% de las niñas casadas antes de los 18 años proceden de los hogares más pobres, frente al 14% de las niñas de los hogares más ricos.

● Nivel de educación: Las niñas de los hogares más pobres de Zimbabue tienen más probabilidades de casarse antes de los 18 años que las que viven en los hogares más ricos. Muchas niñas abandonan la escuela porque sus padres no pueden permitirse pagar las tasas escolares, lo que a su vez las expone a un mayor riesgo de contraer matrimonio. El 66% de las niñas casadas antes de los 18 años no habían cursado estudios primarios o los habían cursado antes, el 57% habían cursado estudios primarios y el 5% habían completado estudios superiores.

Religión: Según los informes, los miembros de la iglesia apostólica indígena animan a niñas de tan sólo diez años a casarse con hombres mucho mayores para obtener "orientación espiritual". Según los informes, los hombres de esta iglesia tienen derecho a casarse con niñas para protegerlas de las relaciones sexuales prematrimoniales, y las niñas se convierten en segundas o terceras esposas en un matrimonio polígamo. El matrimonio infantil es frecuente en la secta Apostólica(42%), Sión(34%), Tradicional(43%) y Pentecostal(21%).

● Honor familiar: Si una chica mantiene relaciones prematrimoniales, es vista con un novio o vuelve tarde a casa, a veces se la obliga a casarse para mitigar la vergüenza. Algunas chicas que se quedan embarazadas deciden contraer matrimonios consuetudinarios porque temen que su familia abuse de ellas por un comportamiento deshonroso.

Prácticas nocivas: Las pruebas de virginidad siguen siendo practicadas en algunas partes de Zimbabue por la iglesia apostólica. A las niñas que dejan de ser vírgenes se las avergüenza haciéndoles llevar una marca en la frente y se les exige que encuentren a otra virgen para que su marido se case con ellas como compensación.

Zimbabue se ha comprometido a poner fin al matrimonio infantil, precoz y forzado para 2030, de acuerdo con la meta 5.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Durante su Examen Nacional Voluntario en el Foro Político de Alto Nivel de 2017, el gobierno reafirmó su compromiso con este objetivo, destacando que el Tribunal Constitucional ilegalizó el matrimonio de menores de 18 años en 2016.

El gobierno presentó una Revisión Nacional Voluntaria en el Foro Político de Alto Nivel de 2021. En este informe, el gobierno destacó que había colaborado con organizaciones religiosas y líderes tradicionales para concienciar sobre las disposiciones constitucionales para poner fin al matrimonio infantil. Los líderes tradicionales han presentado sus propias declaraciones sobre la erradicación del matrimonio infantil en las que se comprometen a tomar la iniciativa para acabar con el matrimonio infantil en Zimbabue.

El gobierno no ha presentado una Revisión Nacional Voluntaria en ningún Foro Político de Alto Nivel desde 2021.

Zimbabue copatrocinó la resolución del Consejo de Derechos Humanos de 2017 que reconoce la necesidad de abordar el matrimonio infantil, precoz y forzado en contextos humanitarios.

Zimbabue copatrocinó las resoluciones de la Asamblea General de la ONU de 2018, 2020 y 2022 sobre el matrimonio infantil, precoz y forzado.

En 2014, Zimbabue firmó una declaración conjunta en el Consejo de Derechos Humanos pidiendo una resolución sobre el matrimonio infantil.

Zimbabue ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño en 1990, que el Comité de los Derechos del Niño ha interpretado para recomendar el establecimiento de una edad mínima para contraer matrimonio de 18 años, y se adhirió a la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) en 1991, que obliga a los Estados a garantizar el libre y pleno consentimiento para contraer matrimonio.

En 2016, el Comité de los Derechos del Niño de la ONU instó a Zimbabue a establecer un sistema de seguimiento eficaz para evaluar los avances hacia la erradicación del matrimonio infantil. También recomendó al gobierno que indemnizara y rehabilitara a las supervivientes y que investigara la presunta implicación de miembros de sectas religiosas en facilitar el matrimonio infantil.

Durante su examen de 2020, el Comité de la CEDAW recomendó al gobierno que elevara la edad mínima legal para contraer matrimonio, en consonancia con la Constitución y la Convención sobre los Derechos del Niño. El Comité también recomendó que el gobierno se comprometiera con los líderes comunitarios y religiosos, los padres y las niñas sobre el impacto del matrimonio infantil.

Durante su Examen Periódico Universal de 2021, el gobierno de Zimbabue informó de que el Comité Interministerial de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario (IMC) había impartido formación en derechos humanos a los miembros del Sector de Justicia de la Ley y el Orden (JLOS) sobre el matrimonio infantil. El gobierno planteó que, a pesar de sus esfuerzos por acabar con el matrimonio infantil, todavía existen algunos problemas, como la falta de cooperación de los miembros de la familia, especialmente cuando se promete un precio por la novia, el desconocimiento de la ley y la religión.

Durante su Examen Periódico Universal de 2016, Zimbabue apoyó las recomendaciones para abordar la exclusión de las mujeres en la esfera económica, social y política, con especial atención al matrimonio infantil.

En 2015 Zimbabue lanzó la Campaña de la Unión Africana para Acabar con el Matrimonio Infantil en África y desarrolló un Plan de Acción Nacional y una Estrategia de Comunicación.

En 1995, Zimbabue ratificó la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño, incluido el artículo 21 relativo a la prohibición del matrimonio infantil. En 2008, Zimbabue ratificó el Protocolo de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos sobre los Derechos de la Mujer en África, incluido su artículo 6, que fija en 18 años la edad mínima para contraer matrimonio.

Zambia es uno de los 20 países que se comprometieron a poner fin al matrimonio infantil para finales de 2020 en virtud del Compromiso Ministerial sobre educación sexual integral y servicios de salud sexual y reproductiva para adolescentes y jóvenes en África Oriental y Meridional.

En 2019, en la Cumbre de Nairobi sobre la CIPD25, Zimbabue se comprometió a poner fin a la violencia sexual y de género para 2030, incluido el matrimonio infantil, aplicando el Plan de Acción Nacional para Acabar con los Matrimonios Infantiles, armonizar las leyes matrimoniales y fijar la edad mínima para contraer matrimonio en 18 años, invertir en servicios para las supervivientes y empoderar económica y socialmente a las mujeres y las niñas.

Zimbabue es uno de los países en los que la Iniciativa Spotlight (una asociación mundial plurianual entre la Unión Europea y las Naciones Unidas) apoya los esfuerzos para poner fin a todas las formas de violencia sexual y de género y a las prácticas nocivas contra las mujeres y las niñas. Entre 2019-2020, la Unión Europea invirtió 30 millones de dólares estadounidenses. Los fondos se distribuyeron de la siguiente manera:

Política: Evaluar las lagunas en la aplicación con el fin de elaborar y mejorar la legislación para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas; armonizar y alinear las leyes sobre matrimonio; revisar la legislación penal sobre violación y delitos sexuales para garantizar un procesamiento efectivo.

Institución: Capacitar al Ministerio del Interior y al Ministerio de Justicia para desarrollar y ejecutar programas basados en pruebas que prevengan y respondan a la violencia contra las mujeres y las niñas; potenciar a los expertos técnicos para planificar una presupuestación que tenga en cuenta las cuestiones de género.

Prevención: Desarrollar programas y campañas basados en pruebas para promover normas, actitudes y comportamientos equitativos desde el punto de vista del género mediante el establecimiento de una educación sexual integral en las escuelas; desarrollar una plataforma de defensa para abordar la violencia sexual y de género y las prácticas nocivas.

Datos: Reforzar las capacidades técnicas del gobierno, las organizaciones de la sociedad civil y los funcionarios de estadística para recopilar datos cualitativos sobre la violencia contra las mujeres y las niñas con el fin de fortalecer el sistema nacional de gestión de la violencia sexual y de género para desarrollar un marco y un plan de implementación.

Movimiento de mujeres y sociedad civil: Colaborar con grupos de defensa de los derechos de la mujer para influir eficazmente en los avances en materia de igualdad de género y violencia contra las mujeres y hacerlos progresar.

Desde la puesta en marcha de la Iniciativa Spotlight, los logros han sido:

El lanzamiento del Pacto Político de Alto Nivel para acabar con las prácticas nocivas de la violencia de género (2021-2030).

Lanzamiento de la Estrategia para la eliminación del acoso sexual y la violencia de género en el lugar de trabajo (2021-2025).

Aumento de suministros y equipamiento para la Policía de la República de Zimbabue, con el fin de mejorar la recogida y el análisis de pruebas forenses en casos de agresión sexual.

Mayor acceso a servicios contra la violencia sexual y de género, como servicios jurídicos y centros de acogida.

Mayor concienciación y denuncia de la violencia de género a nivel comunitario.

Zimbabue es uno de los países en los que el Plan de Emergencia del Presidente de Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR)/Iniciativa DREAMS está trabajando para reducir las tasas de VIH entre las adolescentes y las mujeres jóvenes.

Zimbabue es un país socio de la Asociación Mundial por la Educación (GPE).

En 2021, el Consejo de Derechos Humanos de Zimbabue, en colaboración con organizaciones de la sociedad civil como Abogados de Zimbabue por los Derechos Humanos (ZLHR) y la Unidad de Servicios de Asesoramiento, puso en marcha clínicas móviles de derechos humanos (MHRC). El principal objetivo de estas clínicas es sensibilizar sobre temas como el matrimonio infantil y proporcionar asesoramiento jurídico gratuito sobre información relativa a la denuncia, la aplicación y los recursos contra el matrimonio infantil. En la provincia de Mashonaland Occidental, los miembros de la comunidad manifestaron que, a pesar de conocer las leyes relativas al matrimonio infantil, las autoridades locales encargadas de hacer cumplir la ley no se tomaban en serio los casos denunciados de matrimonio infantil. Los miembros de la comunidad expresaron que no había voluntad política para combatir el matrimonio infantil.

En 2021, se financió a 2.279 grupos de mujeres a través del Fondo para el Desarrollo de la Mujer y la Asociación de Bibliotecas de Zimbabue con un préstamo de 4.281.107 ZW para dirigir programas de educación de las niñas. Se puso a disposición de quienes vivían en zonas rurales información gratuita y accesible sobre matrimonio infantil, violación y violencia doméstica.

En diciembre de 2018, la Primera Dama de Zimbabue lanzó el Plan de Acción Nacional (PAN) y la Estrategia de Comunicación para Poner Fin al Matrimonio Infantil. Con un enfoque multisectorial coordinado por el Ministerio de Asuntos de la Mujer, los objetivos clave del PAN son:

● Reducir la incidencia del matrimonio infantil abordando las causas profundas, incluida la discriminación de género y la permanencia en la escuela.

● Apoyar a las niñas casadas o en riesgo de matrimonio infantil.

● Promover iniciativas dirigidas por niños y jóvenes.

Abogar por modificaciones políticas y jurídicas, incluida la armonización del derecho consuetudinario.

● Mejorar la programación basada en pruebas mediante la recopilación de datos.

La Estrategia de Comunicación que la acompaña pretende transformar las normas y comportamientos sociales en torno al matrimonio infantil y movilizar las plataformas mediáticas para cambiar las normas de género.

La Política Nacional de Género de Zimbabue se revisó en 2017 y ahora incluye componentes para abordar el matrimonio infantil.

Anteriormente, el gobierno de Zimbabue también había puesto en marcha una Estrategia de Educación en Habilidades para la Vida, Sexualidad, VIH y SIDA para hacer frente al abandono escolar de las niñas debido a los matrimonios precoces. Esta estrategia pretende capacitar a los alumnos y desarrollar aptitudes positivas para la vida.

En 2016, el Tribunal Constitucional de Zimbabue ilegalizó el matrimonio infantil de acuerdo con la definición constitucional de "niño" y el derecho a la igualdad de trato. En consecuencia, ninguna persona menor de 18 años puede contraer matrimonio, sin excepción.

La sentencia incluye los matrimonios celebrados en virtud de la Ley de matrimonios consuetudinarios, que hasta ahora no exigían una edad mínima.